tag:blogger.com,1999:blog-63378525883486042982024-03-26T23:38:13.806-07:00El Profe RogelioEspacio de opinión sobre educación.Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.comBlogger220125tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-35642807703038939242024-02-08T13:25:00.000-08:002024-02-08T13:34:12.488-08:00Sin olvidar que eres parte de una comunidad.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDjlh3WmFa2ua4nBxD8hFLyp8NfNU0pHmxnVGvYDtBgH7XukmDmGBppqWKVfSgxs_lZFANYI07YrponMzGpMUtez32_hoo5gvWv7Zmel-3_m-YI1VCIB5ER8yebz5pcLJj_CXNewnOWCrfiZ0PdLVp1JvEWFejfRxYdsm5u2iGfxXu2LC9RH79LYQOK7c/s1000/102426584_3039641829423238_2118354033042259968_n.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="703" data-original-width="1000" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDjlh3WmFa2ua4nBxD8hFLyp8NfNU0pHmxnVGvYDtBgH7XukmDmGBppqWKVfSgxs_lZFANYI07YrponMzGpMUtez32_hoo5gvWv7Zmel-3_m-YI1VCIB5ER8yebz5pcLJj_CXNewnOWCrfiZ0PdLVp1JvEWFejfRxYdsm5u2iGfxXu2LC9RH79LYQOK7c/s320/102426584_3039641829423238_2118354033042259968_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Al leer los
nuevos libros de texto gratuitos hay un intenso zumbido que aparece a cada
rato. Uno cambia de página y se encuentra nuevamente con él. Está presente de
principio a fin de cada texto. Frases como “sin olvidar que eres parte de una
comunidad”, “sin olvidar al otro”, “sin olvidar a tus compañeras y compañeros”,
“sin olvidar el trabajo en comunidad”, "sin olvidar...", "sin olvidar...", aparecen 202 ocasiones en
los libros de texto <i>Proyectos de aula, Proyectos escolares y Proyectos
comunitarios </i>de sexto grado de primaria. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El dato anterior, obtenido mediante la
búsqueda automática en las versiones electrónicas de los documentos
mencionados, parecería insignificante o hasta ser indicio de una redacción
descuidada, pero su presencia responde a un significado mayor al que aparenta.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Las frases
mencionadas chocan con diversos fenómenos actuales, sobre todo en el ámbito
económico y laboral. La creciente industria del reparto de alimentos es un claro
ejemplo de ello. El reporte <i>Este futuro no applica </i>(Oxfam, 2022) revela datos
importantes sobre el estado de este negocio. El documento presenta testimonios
de repartidores sobre incidentes de acoso sexual, accidentes de tránsito,
enfermedad e inseguridad, sin que las empresas hayan dado un soporte
significativo hacia los trabajadores. Si bien las situaciones anteriores
implican al Estado, el informe advierte sobre “la ausencia de responsabilidad
solidaria de las plataformas que las emplean [a las personas repartidoras]”
(Oxfam, 2022, p. 53).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">De acuerdo
con el reporte, la concentración de la riqueza en pocas manos a través de esta
actividad ha generado que, para aplicaciones como Didi, valuada en 62,000
millones de dólares, las utilidades anuales de sus trabajadores no representen siquiera
el 1% de los ingresos totales de la empresa.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Lo anterior se combina con mecanismos de exención tributarios obscenos, potenciando aún más el acaparamiento de la riqueza. Como consecuencia de lo
anterior, el personal de reparto “no ha recibido aumento de salarios, mejores
condiciones laborales, seguridad social, entre otros; es decir, las y los repartidores
se encuentran en condiciones cada vez más precarias” (Oxfam, 2022, p. 65). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Fenómenos
como las aplicaciones de reparto de comida hacen repensar las aristas de los
grandes problemas a los que se enfrenta el mundo y traen a la mente las
repetitivas frases de los libros de texto. Son ejemplo claro de que el éxito de
unos pocos en ocasiones se logra, en parte, a través del sometimiento de muchos.
Son muestra también de que el mérito individual en ocasiones borra al mérito
colectivo: ¿qué tan relevantes son los miembros de ese numeroso ejército de
repartidores desprotegidos en el éxito multimillonario de las empresas a las
que sirven y en las abultadas fortunas de sus dueños? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Es innegable
que las innovaciones brillantes, como las aplicaciones de entrega de comida,
han traído beneficios colectivos importantes. Sus creadores, indudablemente,
merecen recompensas significativas por su preparación y trabajo realizado. No
se cuestiona la prosperidad del negocio, pero sí su aumento exorbitante echando
mano del incumplimiento de responsabilidades sociales, como el pago de cargas
tributarias, así como el sometimiento de sus trabajadores, a quienes disfrazan
de “socios” para olvidarse de proveer condiciones laborales elementales. Se
cuestiona que el mérito y los beneficios individuales vayan en detrimento del bienestar
de muchos otros. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se discute que el éxito
individual desconozca los intereses y los méritos colectivos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Así pues,
saltan al aire varias preguntas. Aunque el diseño de una aplicación sea notoriamente
relevante, ¿no es también importante e indispensable para la empresa el conducir una
motocicleta bajo la lluvia y hacer llegar un pedido? ¿Es justificable la
acumulación de riquezas en la cúpula de la pirámide mientras la base se debate
entre condiciones riesgosas de trabajo, falta de prestaciones de ley e ingresos
raquíticos? ¿Pagar impuestos y dar a los trabajadores condiciones mínimas mermaría
significativamente la justa retribución que merecen los dueños? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El
conocimiento técnico es útil y necesario, pero está incompleto si no se
acompaña de una sólida base de valores y un amplio sentido comunitario. Es en
esto último en lo que parece poner el acento la nueva propuesta curricular. Las
frases aludidas parecen no ser sólo simbolismo: no es casualidad que los docentes
adviertan que los proyectos didácticos establecidos en los libros de texto tienen
una notable carga hacia contenidos de índole humano y social. En ese sentido,
no bastaría con enseñar a alguien diseñar una aplicación, sino, en la misma
proporción, también a pensar en sus implicaciones sociales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No es
fortuito tampoco que uno de los inspiradores de la nueva propuesta curricular,
Paulo Freire, pugne por una educación que transforme las situaciones de
opresión, como a las que claramente se enfrentan los repartidores de alimentos.
¿Son conscientes estos trabajadores de la opresión que enfrentan o ya las
injusticias se asimilan como algo natural? Mas allá de que la actividad la
realicen por necesidad, ¿qué requieren para despertar? ¿No entra ahí la escuela
para enseñarlos a leer el mundo y no sólo a hacer cuentas para dar los cambios exactos
al entregar un pedido?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Para quien
escribe estas líneas inicialmente la repetición de las frases de los libros de
texto parecía un énfasis forzado que llevaba a una redacción monótona (</span><a href="https://proferogelio.blogspot.com/2023/07/los-nuevos-libros-de-texto-las-aulas-o.html"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">https://proferogelio.blogspot.com/2023/07/los-nuevos-libros-de-texto-las-aulas-o.html</span></a><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">). Sin embargo, tienen razón los libros de texto al recordarnos mediante
la repetición de frases, hasta parecer disco rayado, que somos parte de una
comunidad. El énfasis es pertinente. Debería ser algo que siempre tengamos
presentes. Así como muchos memorizamos las tablas repitiéndolas una y otra vez,
ojalá tengamos siempre presente algunas de las frases que se encuentran casi a
cada página del libro de texto. Falta a la ética el esfuerzo y el éxito
individual cuando se construye a costa de la desgracia de otro. Que triunfen
las nuevas generaciones “sin olvidar que son parte de una comunidad”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">OXFAM
(2022). Este futuro no applica. México: autor, 2022. <o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-2575117087321123302023-08-07T00:22:00.005-07:002023-08-07T08:00:36.197-07:00Las paginitas de Matemáticas en los nuevos libros de texto. <p> <i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLChjqigi-emJakqbOM-TelHuZasnDzHnfrG8egyPcALwEkeZPGBMbOx4kXln4-_58C26sZPMUNW8WNB-ImQ99SKgqjwyIWObWXWl_h9AU_B4bUr7Us79teTJsjZv3tlzbUPHJy-H32mtzEBcNnoSGZAW_nKNqHCSnpgNBdA0bjwHkF1mvR2V3i9lz_Pw/s1200/libros-texto-sep.jpg_172596871.webp" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="740" data-original-width="1200" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLChjqigi-emJakqbOM-TelHuZasnDzHnfrG8egyPcALwEkeZPGBMbOx4kXln4-_58C26sZPMUNW8WNB-ImQ99SKgqjwyIWObWXWl_h9AU_B4bUr7Us79teTJsjZv3tlzbUPHJy-H32mtzEBcNnoSGZAW_nKNqHCSnpgNBdA0bjwHkF1mvR2V3i9lz_Pw/s320/libros-texto-sep.jpg_172596871.webp" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">En un video
difundido a través de sus redes sociales, el excandidato presidencial, Ricardo
Anaya, aseveró con evidente enojo e indignación que en los próximos libros de
texto gratuito del nivel primaria hay un profundo desprecio por las Matemáticas:
sólo hay 13 “paginitas” para esta asignatura en el material titulado Nuestros
saberes (la imagen presentada en el video hace suponer que se refiere al texto
de primer grado).</div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Acusaciones como
las anteriores, en torno al supuesto debilitamiento de las matemáticas, parece
que se sostienen en una lógica muy endeble: si los contenidos no se observan,
explícitamente, en los libros de texto, entonces no existen. Así pues, el
interés por las Matemáticas habría de medirse en función de la cantidad de páginas
de un libro de texto. Supone este limitado planteamiento que todas las
experiencias de aprendizaje en las aulas y sus contenidos tienen que pasar
necesariamente por los libros de texto, como si fuera el único recurso
didáctico del que se dispone y como si las actividades que se proponen fueran
un manual que, cual operadores, deben seguir maestros y alumnos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">¿Por qué
buscar en el libro de texto y no en los programas de estudio el supuesto
déficit de contenidos? ¿Por qué esperar que sea el libro de texto el que marque
los propósitos en relación a esta asignatura y cada actividad que se realice al
respecto? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Con los
nuevos programas de estudio, el horizonte de logros matemáticos en la educación
primaria prácticamente sigue siendo el mismo que hasta hoy. No hay un retroceso.
Lo anterior se constata al revisar los aprendizajes esperados (programa 2018) y
los procesos de desarrollo de aprendizaje (versión preliminar del programa 2022)
del último grado de primaria. Por ejemplo, en relación al estudio de números,
seguirán leyendo, escribiendo y ordenando números naturales de más de nueve
cifras. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto a análisis de datos
continuarán leyendo e interpretando gráficas circulares, además de determinar
la moda, la media aritmética y el rango. Sobre proporcionalidad, se sigue
esperando que los niños comparen razones y
resuelvan problemas de cálculo de porcentajes. Y así, en los otros ejes y temas
matemáticos, las similitudes son inmensamente superiores a las diferencias
respecto a lo que se quiere alcanzar en éstos y en los próximos programas de
estudio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En algunas
críticas se ha llegado a afirmar que en primer grado de primaria hay una
disminución del 90% en los contenidos de Matemáticas. Aunque es necesario
precisar que contenido y aprendizaje no significan lo mismo, es posible
observar que los siete aprendizajes esperados generales del plan de estudios
vigente para este grado escolar se trasladan, no textualmente pero sí
esencialmente, a los procesos de desarrollo de aprendizaje de la versión
preliminar del programa 2022. La similitud de los aprendizajes hace suponer que
los contenidos también deberán estar en sintonía entre un programa y otro. Sin
embargo, la escandalosa estimación pareciera contrastar el volumen -y no los
contenidos- del libro utilizado hasta hoy, con las “paginitas” que se
utilizarán en los próximos materiales. Queda la duda si esta confusión es involuntaria.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aunque los
propósitos matemáticos prácticamente no tienen modificaciones, debe mejorarse
la relación entre el listado de procesos de desarrollo de aprendizaje (enunciado
en el programa de estudio) y el libro de consulta Nuestros Saberes. Fue
imposible identificar en el material información referente a algunos aprendizajes a
alcanzarse en sexto grado de primaria: los sistemas de numeración maya y romano,
las características del cilindro y el cono, los planos y el cálculo de
perímetros de polígonos y el círculo. Si bien los libros de texto de
Matemáticas llevados hasta hoy estaban mayormente enfocados en la resolución
de problemas y no en la consulta de, la falta de información señalada
ejemplifica el desequilibrio del texto mencionado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Debe
mencionarse el riesgo que existe de que la ausencia de un libro específico para
Matemáticas pueda desencadenar dificultades en cuanto a la graduación y
articulación de los contenidos. Los maestros, al no tener un referente
prefabricado, tendrán que hacerlo por cuenta propia. Para evitar que el riesgo
se concrete y se caiga en una selección aleatoria e irreflexiva de contenidos,
resultará indispensable conocer detalladamente la progresión de los
aprendizajes matemáticos a través del nivel, para así no extraviarse en el
largo trayecto educativo. En ese sentido, los profesores tendrán que consultar ya
no al libro de texto, sino a los programas de estudio. No es algo desconocido para algunos docentes: ya aligeran, posponen, complementan o refuerzan los contenidos de su clase. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego
que el nuevo libro de texto implicará retos importantes para el magisterio,
específicamente en Matemáticas, donde se le deberá dejar de considerar como
referente central de la actividad pedagógica. Ya no habrá que esperar de ellos
ejercicios específicos, tema a tema, por lo que éstos deberán ser diseñados y/o
seleccionados por los docentes. Asimismo, los profesores deberán cuidar que metodologías
situadas, como las prevalecientes en los nuevos textos, no impidan secuencias
de aprendizaje específicas de ciertos contenidos, necesarias sobre todo en los
de naturaleza como la matemática. Tareas como las anteriores implicarán, sin
duda, un mayor ejercicio de la autonomía profesional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No obstante
el desafío, que implicará un gran cambio para muchos docentes, debe tenerse
presente que la carga de aprendizajes matemáticos sigue siendo prácticamente la
misma respecto al plan vigente, aun cuando ésta no se refleje explícitamente en
los libros de texto, con sus ejercicios específicos, como se acostumbró por
décadas. El camino hacia esas metas ha cambiado y, entre esos cambios, se
encuentra el papel del libro de texto. No extraña que un candidato
presidencial, con probables escasos conocimientos de didáctica, cometa desatinos tales como equiparar la
cantidad de “paginitas” o lecciones de un libro con la importancia que se le da
a una asignatura. Extraña que esta conclusión, de una construcción tan escueta,
sea asumida también por quienes el debate público ha denominado expertos
educativos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-79692212298462448362023-07-29T16:07:00.004-07:002023-07-30T06:45:27.523-07:00Los nuevos libros de texto: ¿a las aulas o de regreso a las bodegas?<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz* </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYIXU73SHpRCF7TKtdDqhlPKV7yT_OjkCd51heXvUsK926j2HOJLd_nenA2mvFujCLbDpNQa1wYvBxH_-PNILF_lekNjcv_cHlJGm7nOdrO-7HxtRRgUKCK9PyAMT_WLnmcSn6mvU5Sk-f6MAl3qOt4P6Q6VjaANNiZ_Z2XfzR4w9UHQjMiplLdo3kV40/s800/whatsapp_image_2022-08-12_at_11.49.53_am_2_1.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="800" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYIXU73SHpRCF7TKtdDqhlPKV7yT_OjkCd51heXvUsK926j2HOJLd_nenA2mvFujCLbDpNQa1wYvBxH_-PNILF_lekNjcv_cHlJGm7nOdrO-7HxtRRgUKCK9PyAMT_WLnmcSn6mvU5Sk-f6MAl3qOt4P6Q6VjaANNiZ_Z2XfzR4w9UHQjMiplLdo3kV40/s320/whatsapp_image_2022-08-12_at_11.49.53_am_2_1.jpeg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">A través de
filtraciones y a cuentagotas se han conocido los nuevos libros de texto
correspondientes al Plan de estudio 2022 para la educación básica. La nueva
familia de materiales bibliográficos está conformada por cinco libros de texto
para cada grado: Nuestros saberes, Múltiples lenguajes, Proyectos de aula, Proyectos
escolares y Proyectos comunitarios. El primero, Nuestros saberes, es un
material de consulta en la realización de actividades escolares, brindando
información concreta sobre diversos contenidos. Múltiples lenguajes contiene una
gran variedad de textos literarios e informativos. Por último, los libros de
Proyectos (de aula, escolares y comunitarios) presentan una serie de
actividades articuladas (recuperación de conocimientos de la comunidad,
indagación, comprensión, socialización, aplicación y retroalimentación) para el
abordaje, a través de la acción contextualizada, de los contenidos educativos. Para
la elaboración de este escrito se han revisado los materiales correspondientes
al sexto grado de educación primaria.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Una de las
novedades más evidentes de los libros de texto es que, después de varias
décadas, dejan de organizarse en función de asignaturas y también, salvo el
material de consulta, de regirse por una lógica de contenido por contenido. En
cambio, presentan grandes temas para abordarlos a manera de proyectos,
enlazando diversas disciplinas de los campos formativos. Los nuevos materiales
bibliográficos parecen ser acordes con el alejamiento de un currículo centrado
en los contenidos y las asignaturas, combatiendo la fragmentación del
conocimiento escolar. Quedará en manos de los docentes practicar una enseñanza
que también fomente la interdisciplina en el alumnado y una visión global de la
realidad. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Como ya se
mencionó, el libro Nuestros saberes es el material de consulta del que
dispondrán los alumnos. En éste, se presentan definiciones y explicaciones de
diversos conceptos que se tienen que abordar según los contenidos obligatorios.
Si bien la información es concisa y digerible para los niños, valdría la pena
considerar otro ordenamiento para facilitar la consulta pues, aunque se
organiza según los campos formativos, dentro de éstos es fácil extraviarse,
dada la abundancia de conceptos a tratar. Por ejemplo, en lo correspondiente al
campo formativo Saberes y pensamiento científico, se presentan de manera
alternada conceptos relativos a las ciencias naturales y las matemáticas. Otra
forma de organización de este material, quizá con un ordenamiento por núcleos
temáticos más amplios, podría facilitar su uso.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Un aspecto
relevante del libro Nuestros saberes tiene que ver con la intención de
convertirlo en un material para empleo no sólo de alumnos, sino de docentes y
familias. En ese sentido, contiene, entre otras, dos secciones:
“Profundicemos”, en la que, para los docentes, se emiten recomendaciones y
orientaciones didácticas generales según los contenidos abordados, y
“Situaciones para aprender en familia”, que propone actividades sencillas para
realizarse en casa de acuerdo con lo estudiado.
Dada la existencia de contextos desfavorables, convendría revisar la
pertinencia de la inclusión de códigos QR para ampliar las recomendaciones a
profesores y los materiales didácticos sugeridos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Debe
mencionarse que se advierte un desequilibrio en la composición de los libros de
texto: tanto en los materiales de consulta, como en las actividades de los
proyectos, es mucho menor el abordaje de cuestiones matemáticas en comparación
con el de otras disciplinas. Sin embargo, también conviene aclarar que esto no
significa, necesariamente, que las matemáticas tengan que ser relegadas en el
diseño de las situaciones de aprendizaje: los contenidos y los aprendizajes a
desarrollar están claramente expresados en los programas sintéticos de cada
fase. Será tarea del magisterio encontrar la manera de integrarlos
adecuadamente a los proyectos preestablecidos en los libros de texto o bien
generar los propios. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La serie de
libros Proyectos (de aula, escolares y comunitarios) propone una amplia gama de
proyectos de índole variada. Se debe recordar que en las escuelas se elaborarán
programas analíticos que responden a problemáticas del entorno, a las que se
articularán contenidos y aprendizajes, así como metodologías idóneas para su
abordaje. En ese sentido, es de suponerse que los docentes tendrán la
posibilidad de descartar o modificar algunos proyectos de los libros para
empatarlos con el entorno en el que se desenvuelven. Se observa el riesgo de
que estos proyectos genéricos en los libros de texto puedan ser implementados
en las aulas de manera acrítica, dando al traste con la contextualización de la
enseñanza que se pretende. Sin embargo, también se destaca, favorablemente, la
gran diversidad de las temáticas de los proyectos (culturales, científicos,
ambientales, etc.), lo que amplía las posibilidades de vincularlos con los
programas analíticos de cada escuela. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Existen
aspectos de forma en los libros de texto que deben ser pulidos: en cuanto al
estilo de redacción, en varios fragmentos hay un énfasis forzado en la palabra “comunidad”,
por ejemplo: “de manera individual, y sin olvidar que eres parte de una
comunidad, concentra los resultados de toda tu comunidad en la siguiente tabla”
(Proyectos de aula, sexto grado, p. 134). Y así varios ejemplos más que
propician, en ciertos pasajes, una redacción monótona. También, destaca que no hay uniformidad en la
manera de hacer distinciones de género. Por
ejemplo, en el libro Nuestro saberes: se modifican palabras para abarcar ambos
géneros (“todxs”, p. 3), el masculino abarca también al femenino (“los
estudiantes”, p. 12) o se mencionan, por separado, los sustantivos masculinos y
femeninos (“los niños y las niñas”, p. 233). Si bien se trata de asuntos de
forma, convendría atender estos detalles. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La filtración
de los nuevos libros de texto ha provocado una vigorosa oleada de críticas,
desde algunas con amplio rigor académico, hasta otras que, desde una posible
desinformación, caen en exageraciones, imprecisiones y hasta mentiras. Una de
estas críticas tiene que ver, por enésima ocasión, con la desaparición de las asignaturas,
quizá deduciendo lo anterior del hecho de que ya no existen libros específicos
para cada disciplina: si no hay libro, no hay asignatura, pareciera el
argumento. No ha sido suficiente que el plan de estudio y los programas
sintéticos por fase continúen organizando los aprendizajes en disciplinas para
que se deje de insistir en la supuesta extinción. Lo mismo sucedió, hace unos
meses, con la extinción de los grados escolares, que no llegó a concretarse.
Tal vez se apuesta a repetir mil veces una mentira para hacerla parecer
verdad. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Por otra
parte, se ha criticado al libro Nuestros saberes por su aparente aliento al enciclopedismo,
como si se prescribiera que la información que en él se presenta tiene que ser vaciada
en el estudiantado, contraviniendo a la pedagogía freiriana y su oposición a la
educación bancaria en la que se respalda la Nueva Escuela Mexicana. Sin
embargo, en la presentación del texto se establece claramente que se trata de
“un material de consulta que […] apoye en los proyectos que realizarán a lo
largo del ciclo escolar” (Nuestros saberes, p. 5). El enciclopedismo, más allá
del grosor del libro de texto que se emplea o la forma de presentar
información, se manifiesta en las formas de aprendizaje que promueven los
docentes en sus alumnos. Se puede ser enciclopedista con éste o con cualquier
libro. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Las
acusaciones sobre los nuevos materiales han caído en imprecisiones que rayan en
mentiras flagrantes. Por ejemplo, en una solicitud de firmas virtual para la
cancelación de la implementación de los materiales, se asegura que los alumnos
no dispondrán de libros de lectura. ¿O se ignoran todos los libros o
intencionalmente se fomenta el alarmismo? Como ya se dijo, el libro Múltiples
lenguajes proporciona al estudiantado una gran diversidad de textos de temas
variados, si bien queda en el gusto de cada lector el valor de esta nueva
compilación de lecturas en comparación con la empleada hasta hoy. Se dice también en la solicitud,
erróneamente, que los libros carecen de opciones para reafirmar en casa lo
aprendido, cuando es precisamente ese el propósito de la
sección “Situaciones para aprender en familia”, del libro Nuestros saberes. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En esa misma
petición, se atribuye a los nuevos libros de texto la supuesta falta de
profundidad y el desorden en las reflexiones sobre los contenidos de las
asignaturas. Al respecto, conviene recordar que son los programas sintéticos de
cada grado, y no los libros de texto, los que establecen los contenidos
nacionales obligatorios para cada campo formativo, así como su progresión y
articulación por procesos de desarrollo según las diferentes fases que
conforman el trayecto educativo. No hay que exigirle al libro de texto lo que
no debe dar. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Parece
arriesgado asumir que el hecho de que un contenido no esté explícitamente en un
libro de texto signifique que no será enseñado en la escuela o que, en el mejor
de los casos, no se profundizará en él. Bajo este supuesto, ¿entonces cómo se
abordó hasta hoy la alfabetización inicial de niños de primero y segundo grados
de primaria, cuando no hay lecciones del libro donde se trate explícitamente
tal propósito? <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La polémica suscitada
sobre la calidad de los libros de texto se ha generado, en parte, por tener
expectativas erróneas sobre los mismos. Si bien éste es el material didáctico
más importante del que dispone la escuela mexicana en su conjunto (no se
soslaya que en contextos favorecidos haya incluso mejores recursos disponibles),
pareciera que se asume que lo establecido en el libro de texto es lo que los
profesores realizarán paso a paso en sus aulas. Más allá de costumbres que
puedan tardar en ser revertidas (es innegable la fuerza del libro como
referente para la intervención pedagógica), ¿deben estos materiales marcar el actuar
del docente y los alumnos en cuanto a lo que se realiza diariamente en el aula?
¿Es el libro de texto la única vía de aparición de un contenido en el aula? ¿No
se minimiza, con este tipo de supuestos, la capacidad inventiva del
profesorado?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin duda el
magisterio tiene un reto importante frente a sí para el uso efectivo de los
libros de texto. Primeramente, deberá conocerlos y apropiarse de ellos apresuradamente,
pues, a menos de un mes del inicio del próximo ciclo escolar, la autoridad
educativa no los ha dado a conocer de manera oficial y todo lo que se sabe de
ellos es a través de filtraciones. Por otra parte, desde lo técnico, el profesorado
deberá también evitar que el trabajo por proyectos que se propone en los
materiales vaya en detrimento de momentos específicos para la reflexión de
contenidos, impidiendo experiencias con poco valor didáctico y aprendizajes
escasos o superficiales: hay momentos para poner manos a la obra, pero también
para reflexionar y estudiar. Deberá hacer un esfuerzo, quizá adicional para
algunos, por articular y dar sentido práctico a los contenidos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los libros de
texto son, y siempre serán, mejorables. Es valioso que su aparición avive el
debate en torno a un recurso tan importante, que por décadas ha intentado
igualar las oportunidades educativas de los mexicanos. Sin embargo, el debate
también se ha contaminado: desde aquellos que con intolerancia y soberbia
descalifican las críticas, hasta aquellos que buscan dar zancadillas y escandalizar,
a veces claramente desde la desinformación y la animadversión política. Es sano
que, a través de diferentes voces, se exijan materiales cada vez de mayor
calidad. La escuela mexicana necesita los mejores libros de texto. Que su
implementación sea exitosa y su mejoramiento permanente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p><i>*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. </i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Twitter:
@proferoger85</i></p></div><p></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-8954270316230164512023-04-04T16:06:00.000-07:002023-04-04T16:06:30.422-07:00Alto a la desinformación: no se enseñará a decir "hicistes". <p> <i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyxB29CTsmZFodfIjWhpYbL5PIJ4EwQTbPc1sOVSt2gjD3cRRQjZWTwAt5yAWFc4xpn4RF2KFIxvQHrUJlHw-vtN9Nbd7DgWPatFw9FSrq7E4L5Uicmv2Sp-iwrs5IzX2hkagRC7rOm4TsBYHqHOll-OjJLqB2WN3sNCBit5jtPBD98ee1IuB9v27O/s1200/2414328.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="889" data-original-width="1200" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyxB29CTsmZFodfIjWhpYbL5PIJ4EwQTbPc1sOVSt2gjD3cRRQjZWTwAt5yAWFc4xpn4RF2KFIxvQHrUJlHw-vtN9Nbd7DgWPatFw9FSrq7E4L5Uicmv2Sp-iwrs5IzX2hkagRC7rOm4TsBYHqHOll-OjJLqB2WN3sNCBit5jtPBD98ee1IuB9v27O/s320/2414328.jpg" width="320" /></a></div><br />“Esto es pa’ ellos”, “su comida de
Pedro”, “voy a subir para arriba” y “¿ya hicistes la tarea?” son algunas de las
expresiones que aparecen en versiones preliminares de los próximos libros de
texto gratuito de primer grado de primaria y han causado polémica en la opinión
pública, sobre todo tras haber sido mencionadas, de manera descontextualizada,
en el reportaje “Libros para la
militancia: así educará la SEP a estudiantes de 6 años” (<a href="https://www.youtube.com/watch?v=yn7k9aYKHmE">https://www.youtube.com/watch?v=yn7k9aYKHmE</a>) en el
noticiero de Carlos Loret de Mola, del canal Latinus.<p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El periodista presenta el reportaje
partiendo de una imprecisión: alarma a su audiencia sobre la falta de revisión
de los libros, sin advertir que se encuentran aún en proceso de edición. No esconde
el presentador, desde el preámbulo del reportaje, que la crítica recae en un
asunto político y quizá hasta de clase: asocia la ignorancia, representada en
un uso “inadecuado” del lenguaje, y la pobreza (que de acuerdo al comunicador
en los textos se asume como una virtud), a que el gobierno busca “hacer de las
escuelas una fábrica de militantes de Morena”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El conductor informa con incredulidad
que a niños de primaria se les enseñará a organizar asambleas o a protestar
ante las autoridades.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La sorpresa resulta
difícil de entender en un medio de comunicación que dio amplia cobertura a
protestas de un sector de la población que se volcó a las calles a reclamar al
gobierno para, según sus propios dichos, defender la democracia, el voto
popular y las instituciones electorales. ¿No sería, en todo caso, para
celebrarse que desde niños los mexicanos conozcan mecanismos de participación
ciudadana? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El contenido del reportaje cae en falsedades.
Se menciona que “para cumplir con las metas pedagógicas, los estudiantes deben
tener dispositivos electrónicos y conocimientos tecnológicos suficientes”. Ejemplificando
lo anterior, se toma una actividad en la que, para elaborar animaciones, los
niños “deben” (de acuerdo a la reportera) contar con una cámara de celular y un
programa de cómputo, pero no se aclara que, para el mismo fin, en la lección se
ofrece como alternativa el uso de dibujos en hojas de papel. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sin duda el asunto que más polémica ha
levantado es el referente a la enseñanza del lenguaje, en particular, lo
relativo al pretérito perfecto de la segunda persona y la “s” adicional, al
final de los verbos: <i>dijistes, hicistes, fuistes,</i> etc. Es importante
mencionar que no hay, en ninguna parte de la versión preliminar del libro
Nuestros saberes, de primero de primaria, alguna recomendación o prescripción
que aliente a los alumnos a conjugar los verbos de tal manera. En cambio, visibiliza
este uso tan común (y otros más, como la duplicación de posesivos o las
contracciones), sin calificarlo como correcto o incorrecto, en el marco de las
reflexiones en torno al uso de la lengua de acuerdo a los destinatarios o
contextos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Hay una importante nota al pie de
página que sospechosamente no se menciona en el reportaje: se indica que la
enseñanza de la lengua asumida en el texto se orienta hacia un enfoque descriptivo,
en el que, lejos de sancionar el uso correcto o incorrecto (postura prescriptiva),
se opta por analizar las prácticas y comprenderlas en función de factores
sociales y culturales. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde luego que
la reflexión misma hará al estudiante valorar la pertinencia de ciertas
variables lingüísticas. Eso sí, el libro de texto recomienda al docente
propiciar el reconocimiento de las situaciones en las que conviene adecuar el
uso de la lengua: no será lo mismo escribir un mensaje de WhatsApp que un artículo
científico. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Es curioso que quienes en lo político
han señalado en otros autoritarismo e imposición, en lo pedagógico desdeñen el
enfoque descriptivo en la enseñanza del lenguaje en lugar del
prescriptivo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Como se observa, hay una lectura
sesgada de fragmentos del libro de texto, lo que ha devenido en un alboroto que
redundó, incluso, en asumir que se busca que “los niños hablen como el
presidente”. Es innegable que en el señalamiento a expresiones como “dijistes”
el interés lingüístico pesa poco, o seguramente nada, en comparación con los
motivos sociales y políticos. Se trata, en buena parte, de una cuestión de clase.
El reportaje quizá pretenda reforzar, con nulos argumentos, pero sí con
imprecisiones, exageraciones y hasta falsedades, la idea prevaleciente en la
oposición respecto al aprovechamiento de la pobreza y la ignorancia por parte
del grupo en el poder. Por eso, Loret de Mola concluyó que las escuelas se
convertirían en “fábricas de militantes de Morena”, al asociar a estas personas
condiciones como la miseria y la ignorancia, supuestamente fomentadas por los
libros de texto. Clasismo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego que hay áreas de mejora en
los libros de texto y en las políticas educativas. Sobre los textos, existen
críticas muy precisas en términos pedagógicos que han expresado especialistas,
cuyos nombres sí son conocidos, no como los anónimos “especialistas” referidos en
el reportaje en cuestión. La crítica no puede distraerse en elementos
secundarios ni nublarse por animadversiones. Ya un grupo de académicos y líderes
de opinión ha acusado, con flagrantes e irresponsables imprecisiones, que los
grados escolares desaparecerían o que los maestros ya no evaluarían a los
alumnos. En otra ocasión, la comunicadora Fernanda Familiar acusó, sin pruebas
de por medio, a los libros de texto de ser vehículos para la introducción de un
inverosímil coctel ideológico: “el franquismo, el nazismo, el comunismo
soviético y el socialismo venezolano”. Habiendo tantos problemas reales que
discutir y atacar, es difícil explicar el afán de pelear contra molinos de
viento.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-60194898873985984932023-03-03T13:35:00.003-08:002023-03-03T13:36:04.251-08:00El menosprecio a los edutubers.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_LZtleS8-ZP42r5cWqAIqOsJSsH6r_oWyWSPsu9SMerkZahQ97L3orddt6Fx_2l6i8-_1VlB3J9bvhpOEjVgM_XuexG_t1TwqSWR87HjpUbd35jCVSw0Rs83baId3nRLq03mQ8R9iRJrMQ6LzyVqEFfOTxNRFTRJYWDmN3gn0ZVsT9-aD-_usEMtj/s1244/IMG_20230303_152933758_HDR.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="933" data-original-width="1244" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_LZtleS8-ZP42r5cWqAIqOsJSsH6r_oWyWSPsu9SMerkZahQ97L3orddt6Fx_2l6i8-_1VlB3J9bvhpOEjVgM_XuexG_t1TwqSWR87HjpUbd35jCVSw0Rs83baId3nRLq03mQ8R9iRJrMQ6LzyVqEFfOTxNRFTRJYWDmN3gn0ZVsT9-aD-_usEMtj/s320/IMG_20230303_152933758_HDR.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Tres de los líderes académicos con
mayor presencia en la introducción del nuevo marco curricular de educación
básica han emitido comentarios despectivos, algunos en tono sarcástico, aludiendo
la labor realizada por los autodenominados edutubers, profesores que a través
de canales de YouTube y otras redes sociales brindan información y asesoría sobre
diversos temas educativos: desde los procesos de ingreso y promoción, hasta los
relativos a la capacitación del nuevo marco curricular y el desarrollo de las
sesiones de Consejo Técnico Escolar, entre varios asuntos más. De manera
específica, se les acusó de obtener beneficios económicos a partir de sus
creaciones en la plataforma de distribución de videos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Quizá faltó matizar la crítica hacia
estas figuras: ¿basta condenarlas por hacer dinero? ¿No es en todo caso la
fortaleza de los edutubers reflejo de las debilidades del mismo aparato educativo
en áreas como comunicación y orientación? ¿Por qué será que si, como dijo uno
de los críticos, la SEP ofrece lo mismo que los edutubers, muchos maestros
voltean a ver más a éstos últimos? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿No
fue una salida fácil el acusarlos de ser “mantenidos” por el magisterio?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Es notable el alcance que canales de
YouTube tienen para difundir información educativa. Usuarios identificados como
@SoyDocente.JaimeUchiha, @Profr.SantosRivera, @alex-duve y @EdgarValladares
suman, al momento en que se escriben estas líneas, 1,370,000 suscriptores,
seguramente en su gran mayoría docentes. Para poner la cifra en perspectiva, el
canal oficial de la SEP tiene 95,400 suscriptores. La importancia de estas vías
de comunicación va más allá de la cantidad de seguidores. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En los canales de Youtube de los
usuarios mencionados se observa un lenguaje cercano a los profesores (los
emisores son, precisamente, docentes en servicio), abordando asuntos de interés
de manera oportuna e informada. La orientación ofrecida va desde temas
laborales hasta didácticos. Sin afán de demeritar el esfuerzo de los titulares
de estos canales, no se puede negar que parte de su fuerza radica en
debilidades del mismo aparato educativo: circuitos de información excesivamente
lentos y burocratizados, orientaciones deficientes, vacíos de información,
procesos desordenados y confusos, etc. Es natural entonces la búsqueda y el
surgimiento de alternativas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No sólo la aparición, sino la
predilección por canales de comunicación no oficiales se deriva del cambio en
los hábitos de producción del conocimiento y difusión de la información en
todos los campos, no únicamente el educativo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Atrás van quedando los planos rígidos y verticales para dar paso a
planos flexibles y horizontales, donde la información fluye de par a par y la
reflexión no necesariamente es conducida por la figura habitual del experto o
autoridad. Las capacitaciones “en cascada” y los oficios con sellos de acuse de
recibo de múltiples dependencias llegan muy tarde a donde pronto llegaron otros
portadores de información. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Los edutubers pudieran ser vistos como
la punta de un iceberg de un fenómeno en cuya base radican comunidades, desde
escolares hasta regionales, de intercambio de información, páginas web donde se
comparte y en algunos casos se comercializa material didáctico, grupos de
mensajería instantánea, tutoriales en línea, etc. Esta forma de compartir
información no se puede detener ya. Sería aventurado apostar por la calidad de
todas las opciones, pero la tendencia es innegable. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Se ha cuestionado, aunque no queda
clara la razón, el hecho de que la gran audiencia que tienen estos canales
genere beneficios económicos a sus creadores. ¿Cuál sería el problema si esta
labor se realiza de manera legal y responsable? ¿Cómo condenar la socialización
o, en su caso, la compra y venta de recursos didácticos cuando las horas no
lectivas, en las que los profesores tendrían que crear estos materiales, son
invisibilizadas en el horario y el pago quincenal? ¿Cómo menospreciar opciones
de orientación de particulares cuando frecuentemente hay poca claridad en los
medios oficiales? ¿Cómo hablar con sarcasmo de “mantenidos”, cuando buena parte
del profesorado tiene que complementar sus ingresos con otras actividades y
cuando no se avista que la revalorización magisterial llegue a los sueldos de
los maestros?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La existencia debe ser motivo de reflexión
para quienes controlan el aparato educativo. Sin regatear la importancia de la
formalidad en la transmisión de instrucciones u orientaciones, ni mucho menos
la calidad profesional de los expertos y sus actividades formativas, los
canales de comunicación oficiales deberían reflexionar sobre las condiciones
para generar una mayor fluidez y calidad de la información. Pareciera que la
disputa no tendría ni razón de ser. Antes de acusar a los edutubers, quizá la
SEP debería encuestar a los docentes del país sobre su satisfacción en cuanto a
los procesos de formación y actualización, así como de comunicación;
preguntarse, en todo caso, el motivo por el que los edutubers tienen tanta
aceptación. Mofarse de ellos quizá esconda, en el fondo, el intento de ocultar
defectos propios del aparato educativo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-87498968162967579942023-03-01T16:10:00.000-08:002023-03-01T16:10:03.122-08:00Promoción horizontal: ¿de excelencia o "¡de panzazo!"?<p><i style="text-align: justify;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiquUr-bnIQEpK20ju0Esi8JD0HRMZDa_JR22lkzhn3Eg4nJF1qx7Fw_YkYe6S_cg-5FtTA6x5nHqTaOchCVg6-NxMYSyS33skfMVhty_XJ515KLuzZMnsBlm_xH6Vm-3Lji7g-y97z426ik4SJbQ7JSeJlYCk2e_0rONCeF9DS4UmtycJxCWwV3YVJ/s1200/UNJXAETPNZENRER3RAOMKXDOLA.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiquUr-bnIQEpK20ju0Esi8JD0HRMZDa_JR22lkzhn3Eg4nJF1qx7Fw_YkYe6S_cg-5FtTA6x5nHqTaOchCVg6-NxMYSyS33skfMVhty_XJ515KLuzZMnsBlm_xH6Vm-3Lji7g-y97z426ik4SJbQ7JSeJlYCk2e_0rONCeF9DS4UmtycJxCWwV3YVJ/s320/UNJXAETPNZENRER3RAOMKXDOLA.jpg" width="320" /></a></i></div><i style="text-align: justify;"><br />Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><span style="text-align: justify;"> </span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Corría el año 2012 cuando, en medio
del agitado debate público que antecedió a la reforma educativa peñista, surgió
el documental “¡De panzazo!”, que mostraba información estadística y
testimonios sobre la crisis escolar mexicana. Se acusó al documental de
explicar con parcialidad el fracaso educativo, denigrando de paso la imagen de
la escuela pública y el magisterio. “¡De panzazo!”, expresión que en el medio
escolar alude, entre otras cosas, a mediocridad o a aprobaciones fortuitas,
impulsó a los detractores de una reforma educativa que modificaría, entre otras
cosas, los esquemas de permanencia y promoción del profesorado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Más de una década después de la
publicación del documental, la expresión que le dio título volvió a aparecer en
el medio educativo, ahora en los procesos de promoción horizontal del
profesorado de educación básica: en diversas entidades se ha observado la
asignación de estímulos económicos a participantes que, en el mejor de los
casos, apenas lograron la mitad de puntos posibles en el concurso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En Colima, por ejemplo, después de una
larga demora, la autoridad educativa local anunció que, tras grandes esfuerzos,
publicaba la lista de 22 docentes colimenses de sostenimiento estatal que
habían sido seleccionados para obtener incentivos tras su participación en los
procesos mencionados. La escasa cantidad de beneficiados (incluso menor el año
anterior) no fue lo que más alarmó a algunos, sino los puntajes con los que
fueron promovidos: de los cuatro grupos de participantes, en tres hubo una gran
proporción de seleccionados que obtuvieron puntajes menores a 60, de 100
posibles. Fue suficiente, en alguno de los grupos de participantes, obtener 45
puntos para hacerse acreedor al incentivo. Lo sucedido en Colima, por cierto,
se repitió en otras entidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La distribución del presupuesto colimense
por grupos de participantes trajo consigo una asignación de estímulos, no sólo,
como ya se ha dicho, con puntajes deficientes, sino también una muy desigual
proporción de ganadores en relación a los participantes: mientras en el grupo
tres de docentes se incentivó al 68% del listado nominal (15 de 22), en el
grupo de directivos sólo al 7% (1 de 14). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Asimismo, en este último grupo el puntaje por
el que se accedió al estímulo fue de 80, mientras que en el grupo uno, como se
mencionó, fueron necesarios apenas 45 puntos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Quien escribe estas líneas acudió a los
departamentos educativos locales correspondientes a exponer la situación y
buscar explicaciones al respecto. Hasta el momento, pese a una promesa de
respuesta inmediata, las respuestas no han llegado. Era de esperarse la única
certeza obtenida: la decisión proviene del departamento que maneja los asuntos
financieros. El silencio, pues, da pie a la especulación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">¿Es el “estirar” el recurso el único
criterio al alcance de quienes asignan los estímulos económicos? ¿Pasa
inadvertido el hecho de que se premien participaciones con resultados tan
limitados? ¿Es
adecuado premiar a un directivo por cada 20 docentes, como en Colima y otras
entidades, sólo porque sale más barato? ¿Es congruente la premiación de
puntajes escasos con los discursos de un grupo político que cacarea la
“excelencia” educativa? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sin perder de vista que el desempeño
en un concurso por incentivos no determina la calidad del desempeño profesional
y que la asignación de estímulos selectivos no debería distraer de la pugna por
mejores condiciones salariales generales, llama enormemente la atención el
hecho de que se premie a quienes no fueron capaces de obtener al menos un
porcentaje aprobatorio o a quienes apenas rasguñaron la medianía de puntos. Lo
anterior va en detrimento de la calidad y seriedad de los procesos de
promoción. Revivió pues, paradójicamente por quienes pregonan la excelencia
educativa, la expresión “¡De panzazo!”. <b><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-4992778314195414632023-01-06T08:41:00.003-08:002023-01-06T11:50:32.303-08:00Programa analítico: ponerle el cascabel al gato. <p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7IUXlLdoKBZgx7kIGj2lvcYr9LCCyPTUXiY-2HjPogYldDBpf0wGv6cKIs5WyrEUR96WH01mAG_j8TlpApOf2BWtQwE3IWnUAp6uBqRkbWzkxGPw9H3F9AUgalSy4IremrdPemRf7rynILun8SYS5TFZYWvU5TzPiDSN5vzxQFjtiwd3TgPL6z_q/s4400/asian-businessmen-businesswomen-meeting-brainstorming-ideas-about-creative-web-design-planning-application-developing-template-layout-mobile-phone-project-working-together-small-office.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2000" data-original-width="4400" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7IUXlLdoKBZgx7kIGj2lvcYr9LCCyPTUXiY-2HjPogYldDBpf0wGv6cKIs5WyrEUR96WH01mAG_j8TlpApOf2BWtQwE3IWnUAp6uBqRkbWzkxGPw9H3F9AUgalSy4IremrdPemRf7rynILun8SYS5TFZYWvU5TzPiDSN5vzxQFjtiwd3TgPL6z_q/s320/asian-businessmen-businesswomen-meeting-brainstorming-ideas-about-creative-web-design-planning-application-developing-template-layout-mobile-phone-project-working-together-small-office.jpg" width="320" /></a></div><br />Dice la
fábula que un grupo de ratones diseñó un plan perfecto para ya no ser
sorprendidos por un hambriento y feroz gato: le pondrían un cascabel al felino
de modo que, con suficiente anticipación, pudieran advertir su cercanía para
emprender la huida. Como se sabe, pese a la perfección del plan, hubo un gran
problema: no hubo roedor que se atreviera a ponerle el cascabel al gato. Algo parecido
podría suceder en el terreno educativo nacional con algunas de las aspiraciones
del nuevo marco curricular. <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El nuevo
plan de estudios para educación básica (SEP, 2022) ha generado expectativas importantes. No
hay timidez en sus aspiraciones. De fondo, se observan intenciones generales
ambiciosas al recorrer sus páginas: “repensar la educación de una manera
radicalmente distinta” (p. 36), “construir otras formas de aprender y ver la
enseñanza” (p. 72) y “resignificar el papel de la escuela” (p. 37), entre
varias más. Quizá poco se podría discutir sobre la pertinencia de tales
aspiraciones, sin embargo, queda la duda de cómo materializarlas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Entre las pretensiones
destaca una referente a los materiales curriculares: “replantear el sentido que
tiene el Plan y los Programas de Estudio” (p. 37). En concordancia, se concibe a
los programas oficiales como documentos inacabados, que deberán ser
complementados por un proceso de contextualización que desembocará en la
construcción, por parte de los docentes, de programas analíticos. En estos
documentos, el profesorado decidirá sobre la adición de contenidos según las
necesidades y características de cada escuela y su entorno, así como la selección
de situaciones-problema a tratar y metodologías para su abordaje didáctico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Si bien la
labor de contextualización, en los hechos, ya es realizada por el profesorado,
su formalización y la construcción de un documento como el programa analítico, tendrá
importantes implicaciones en la práctica docente que deberán ser consideradas
para concretar las intenciones.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Para el
diseño de programas analíticos, los materiales oficiales aluden, como en
cualquier proceso de planeación didáctica, a la conveniencia de la labor
colegiada. Sin embargo, </span><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">la mayoría de escuelas deben vencer obstáculos
para el trabajo en equipo, tales como falta de tiempo o de espacios, poca
disposición entre docentes o falta de promoción del trabajo colectivo por parte
del director, entre otros (INEE, 2019, p. 66). Parece pues que, antes de pensar
en el trabajo colegiado, se debería examinar los aspectos culturales y
organizativos de la escuela que le darían viabilidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Al conocer las tareas que implica la
elaboración del programa analítico, muchos maestros han preguntado: ¿en qué
momento? La pregunta no es casual: no sólo en México, sino en la mayoría de
países latinoamericanos, </span>“la dedicación horaria está casi enteramente
consagrada al trabajo en el aula y, a diferencia de lo que ocurre en los países
desarrollados, no incluye el trabajo de planificación, coordinación o
evaluación” (Vaillant y Rossel, 2006, p. 18). Es hora entonces de visibilizar en la carga horaria de los profesores labores
como la construcción, el seguimiento y la modificación de un programa analítico.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Otro factor importante para hacer
realidad la elaboración de programas analíticos tiene que ver con la
capacitación. Desafortunadamente, parece que se empezó con el pie izquierdo. Se
respira prisa y, en algunos casos, improvisación. Para la primera de las dos
semanas del taller intensivo de formación docente sobre el nuevo plan de
estudios<span style="mso-bidi-font-style: italic;">, los materiales de trabajo
fueron dados a conocer con escasos días de anticipación y, por si fuera poco,
en periodo vacacional del personal educativo. Los directores, encargados de
conducir la capacitación en las escuelas, tuvieron menos de un día para conocer
los materiales y preparar las sesiones en las que participarían sus docentes. La
cascada de indicaciones para organizar el taller cayó, en algunas entidades, en
el juego del teléfono descompuesto: pese a que, por oficio, la autoridad
federal instruyó a las autoridades locales el modo y la duración del taller, las
entidades y, en algunos casos, hasta las zonas escolares, obraron de manera
diferenciada según criterios propios. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Con un
proceso de capacitación organizado de esta forma, es natural la abundancia de
confusiones: hasta la Secretaria de Educación, en su mensaje por video a los
docentes del país, tropezó al señalar erróneamente la equivalencia entre los
programas analíticos y la planeación didáctica. Es impensable que los cambios a
los que hace alusión el plan de estudios se den sin procesos de reflexión
ordenados y profundos que conduzcan a modificaciones técnicas, organizativas y
hasta culturales del quehacer escolar. ¿Qué tan real es la pretensión de la
implementación de metodologías de enseñanza situada que se recomiendan para
promover un trabajo escolar que influya en la comunidad? ¿Cuál es su presencia
actual en las escuelas mexicanas? ¿Cuánto se les conoce y se practican? Si de
por sí las inercias en el trabajo educativo tardan en ser revertidas, es aún
más difícil lograrlo con procesos de capacitación apresurados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Así pues,
sin una formación efectiva y sin las condiciones organizativas y laborales para
llevar a la práctica los preceptos del nuevo plan de estudios, se corre el
riesgo de que éste no trascienda más allá de un atractivo ideal. ¿Se caerá,
como en otras ocasiones, en decir que se trabaja para el desarrollo de
competencias cuando el profesor nunca reflexionó sobre la inconveniencia de
tapizar de cuentas el cuaderno de Matemáticas? ¿Se dirá que se implementan
programas contextualizados cuando el tiempo, la capacitación y la organización
no permiten sino que el maestro de la sierra de Chihuahua aplique el mismo plan
didáctico genérico que el profesor del centro de la Ciudad de México? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No es
asunto menor la realización de programas analíticos. Representa la concreción
de algunos de los ideales más importantes del nuevo planteamiento curricular. Permitirá
enfatizar en metodologías didácticas contrarias a la enseñanza bancaria que
tanto se ha criticado para, en cambio, favorecer el aprendizaje a través de
situaciones significativas. Propiciará asumir a los planes oficiales desde otra
perspectiva, menos sumisa. Permitirá, desde la labor pedagógica, la influencia
mutua entre la escuela y la comunidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se
logrará todo lo anterior, claro está, si se le pone el cascabel al cambio
educativo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b> </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">INEE. (2019). Personal y organización
escolar de la escuela primaria mexicana. ECEA 2014. México: autor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">SEP. (2022). Plan de estudios
para la educación preescolar, primaria y secundaria. México: autor. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">VAILLANT, D. y ROSSEL, C. (2006).
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maestros de escuelas básicas en América
Latina: hacia una radiografía de la profesión. </i>Montevideo: Preal. <span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-41717325062177792162022-11-23T21:14:00.005-08:002022-11-23T21:14:58.353-08:00El regreso de las calificaciones reprobatorias. <p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><span style="text-align: justify;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXvWk2pFnFQShHwp1BfZgXqQ9_IPmq8Y-13rzL9-pa4FfpQSenfIl9JxRgId3yyP82HKbdE-SvKnkOFopMGmitJLZwkOMARXZvoE1IXsD8lnenY0DJtLUOtTAxyO16O-03_rAIlOmZPZngPCEEdfCgRIe5O-Dgh3w3RH5otXWEZQp7fKoswQ5ZvdbG/s1140/educacion-.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="712" data-original-width="1140" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXvWk2pFnFQShHwp1BfZgXqQ9_IPmq8Y-13rzL9-pa4FfpQSenfIl9JxRgId3yyP82HKbdE-SvKnkOFopMGmitJLZwkOMARXZvoE1IXsD8lnenY0DJtLUOtTAxyO16O-03_rAIlOmZPZngPCEEdfCgRIe5O-Dgh3w3RH5otXWEZQp7fKoswQ5ZvdbG/s320/educacion-.jpg" width="320" /></a></div><br />La aprobación generalizada, sin matices, tuvo un doble filo. Por una parte, se aceptó la inconveniencia de asignar calificaciones reprobatorias a
alumnos incomunicados o con dificultades para participar en las actividades
escolares a distancia durante la pandemia: la reprobación representaba un
castigo injusto a sus condiciones socioeconómicas. Este argumento se expresaba
incluso desde antes de la emergencia sanitaria. Simultáneamente, la aprobación
automática fue mal vista, sobre todo en casos probados donde había
posibilidades, pero no voluntad, para participar en las actividades escolares. <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La
promoción automática merece una valoración objetiva. En una cultura escolar en
la que la calificación numérica tiene una gran importancia (como sinónimo de
éxito o medio de sanción), es probable que la emisión de notas aprobatorias haya
desalentado, junto con otros factores, el compromiso y la participación de
algunos. Al estar por descontado el “pasar de año” (ligado a la obtención de
una nota aprobatoria), la meta principal en la cultura escolar de muchas
familias, se tuvieron resultados adversos en el involucramiento de algunos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sin
embargo, es importante no magnificar los efectos de la promoción automática:
con o sin ella, seguramente el golpe a los aprendizajes durante la pandemia se
hubiera dado con dimensiones similares; las dificultades para la comunicación y
la participación en las actividades escolares a distancia se habrían
presentado; asimismo, el capital cultural de las familias para acompañar en el
hogar las tareas académicas no habría cambiado. La ausencia de cincos en las
boletas palidece ante otros factores, de índole social, económico o emocional,
de mayor repercusión en la vida académica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El aprobado
automático generó malestar entre cierta parte del magisterio, al percibirse que
se otorgaban calificaciones ficticias, que se atentaba a su juicio profesional
o que quedaban impunes, en términos de acreditación y promoción, muestras
flagrantes de falta de voluntad. Mientras al profesor se le solicitaban planes
de atención y acciones remediales para recuperar los aprendizajes, las normas
de control escolar no exigían siquiera la asistencia a la escuela, ya en la
modalidad presencial, para aprobar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Por otro
lado, debe decirse que la aprobación automática evitó, en un contexto
extraordinario, la agudización de problemas de por sí graves como la
repetición, la extraedad grave y el abandono, aunque a costa de permitir el
tránsito de los alumnos hacia grados o niveles escolares para los que, por más
acciones remediales previstas, no se contaba con la preparación suficiente. Da
la impresión que la medida respondió más a fines administrativos y estadísticos
que pedagógicos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Así pues, por
más de dos ciclos escolares, aun cuando la actividad educativa presencial se
había reanudado, la autoridad federal instruyó la aprobación automática de todo
el alumnado de educación básica. La medida se sostuvo hasta el ciclo escolar
2022-2023, en el que recobra su vigencia el Acuerdo 11/03/19 (shorturl.at/him01),
que establece, para la mayoría de grados, una escala de calificaciones del
cinco al diez. Las notas reprobatorias están de regreso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">¿Qué esperar
entonces del regreso del cinco en la boleta de calificaciones? Aunque no se ignora
que existan casos, quizá muchos, donde la desatención de las obligaciones
académicas esté ligada a factores ajenos al ámbito escolar, podría darse un
mayor compromiso entre quienes su endeble motivación por aprender se sostiene
en una calificación numérica. Las inasistencias y el incumplimiento de los
deberes escolares se reflejarán ya no sólo en los niveles de aprendizaje, sino
también, por si lo anterior no importara, en las posibilidades de acreditación
y promoción. Aunque parezca increíble, para algunos esto último podría tener
mayor peso que no saber leer y escribir ya en primaria alta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No son
pocos los especialistas que advierten sobre los riesgos de la reprobación y
otras condiciones asociadas a ella, como la repetición: desde los efectos
negativos en la autoestima y la motivación del alumnado hasta la amenaza a su
permanencia en la escuela. Sin probar una relación causal directa, los
indicadores educativos nacionales muestran que la reprobación y el abandono van
creciendo de manera constante prácticamente al mismo ritmo, de un nivel
educativo a otro. No es descabellado entonces pensar en una intensificación de
la pérdida de la matrícula escolar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La
reaparición de la reprobación merece un replanteamiento de las prácticas
escolares. Es necesario repensar no sólo la reprobación, sino la evaluación
misma. Si se considera que la pandemia ha acentuado la heterogeneidad en los
niveles de aprendizaje dentro de un mismo grupo y la proporción de estudiantes
que no cuenta con los conocimientos mínimos para el grado escolar que cursa, parece
conveniente la práctica de una evaluación idiográfica, aquella en la que “el
referente valuador son las capacidades que el alumno posee y sus posibilidades
de desarrollo en función de sus circunstancias particulares” (Casanova, 1998,
p. 89). De esta manera, el sentido de la aprobación y la reprobación sería
diferente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sería un
error fincar las esperanzas de recuperación de los aprendizajes en el látigo de
la reprobación. La promoción automática fue criticada, en muchos casos, como un
simple pase administrativo. Si se le acusó de no contemplar un acompañamiento
adecuado posterior, ¿qué se le debería exigir a la reprobación, aplicando la
misma lógica, para evitar efectos adversos en el aprendizaje?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Casanova,
María. (1998). La evaluación educativa. México: SEP. <o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-50303822337441201192022-11-17T19:04:00.000-08:002022-11-17T19:04:04.187-08:00Aptitudes sobresalientes: la otra cara de la exclusión. <p><i style="text-align: justify;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokGfpzX8peldgoVuxkeGBHZwCLzOEpC9E5YyHC2PudAF_UhaU7IaqUvTM5II-0__D5jJIwIPLAM1Ub_KIRz1bYSwqSS-hEqMc8JdcSKchlR8CRaj-d8Bs3Wl3Qsr0i95Qo_lKF227snNoSCfvGufrc3sBmXbOsyYXnWtN02xs7xsA8MM368I3Lhk5/s1280/superdotados-3-1280x720.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokGfpzX8peldgoVuxkeGBHZwCLzOEpC9E5YyHC2PudAF_UhaU7IaqUvTM5II-0__D5jJIwIPLAM1Ub_KIRz1bYSwqSS-hEqMc8JdcSKchlR8CRaj-d8Bs3Wl3Qsr0i95Qo_lKF227snNoSCfvGufrc3sBmXbOsyYXnWtN02xs7xsA8MM368I3Lhk5/s320/superdotados-3-1280x720.jpg" width="320" /></a></i></div><i style="text-align: justify;"><br />Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><i style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Cuando en
el ámbito escolar se habla de inequidad y exclusión generalmente se asocian situaciones
como discapacidad, rezago académico, ausentismo y abandono. Se dice que una
escuela excluye si sus instalaciones no cuentan con rampas o si algún maestro es
incapaz de comunicarse con un estudiante sordo. La mirada se dirige, casi
siempre, hacia quienes se quedan atrás en el ejercicio de su derecho a la
educación y pocas hacia un segmento de la matrícula que presenta una capacidad
superior a la media, pero que también requiere atención especial: los alumnos
con aptitudes sobresalientes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">De acuerdo
con la SEP (2022), los alumnos con aptitudes sobresalientes “son aquellos
capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que
pertenecen en uno o [… varios] campos del quehacer humano” (p. 12).,
manifestando habilidades avanzadas en las áreas intelectual, artística,
psicomotriz, socioafectiva y creativa. Generalmente, se caracterizan por una
amplia capacidad de crítica, alta demanda de información, extenso vocabulario,
etc. El modelo de atención para este alumnado contempla el enriquecimiento (en
el aula, la escuela o fuera de la escuela), la aceleración (promoción
anticipada de grados) y el agrupamiento (con alumnos con capacidades similares,
en currículos específicos) (SEP, 2022). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No obstante
que la Ley General de Educación establece que, para garantizar un servicio
inclusivo, las autoridades educativas deberán “proporcionar a los educandos con
aptitudes sobresalientes la atención que requieran de acuerdo con sus
capacidades, intereses y necesidades” (Congreso de la Unión, 2019, p. 24), “las
demandas educativas de estos alumnos no son suficientemente atendidas por los
sistemas educativos, más preocupados por aquellos que tienen discapacidad o
problemas de aprendizaje” (UNESCO, 2004, p. 49).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En nuestro
país, los esfuerzos de las instancias de educación especial se centran, casi
por completo, en discapacidades, dificultades y trastornos: la UNESCO (2004)
denomina a lo anterior como “nivelación por debajo” (p.181). Los alumnos con
aptitudes sobresalientes representan “menos de 3.7% del total de quienes
reciben atención de CAM [Centro de Atención Múltiple] o USAER [Unidad de
Servicios de Apoyo a la Educación Regular]” (MEJOREDU, 2020, p. 102). Si bien se
puede discutir que la cifra anterior responda a una proporción natural entre la
población, las estadísticas oficiales indican que la atención otorgada a
alumnos sobresalientes, a través de los servicios de educación especial, ha
caído en los últimos años. La población atendida ha sufrido una drástica
disminución del 73%, desde el ciclo escolar 2012-2013 hasta el 2021-2022,
pasando de 53,672 estudiantes a 14,037 (SEP, 2022). Así, en los diez ciclos
escolares más recientes, la atención a alumnos con aptitudes sobresalientes se
contrajo casi a una cuarta parte respecto al inicio de tal lapso. Esa
disminución no parece natural. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La atención
a alumnos sobresalientes no sólo se da desde la educación especial, sino
también desde el aula regular, sin embargo, este espacio tiene una serie de
inconvenientes. A pesar de representar “la opción más inclusiva” (UNESCO, 2004,
p. 52), conlleva al menos dos situaciones importantes: “las clases suelen ser
muy numerosas y los docentes no están suficientemente preparados para atender
las necesidades educativas de estos alumnos” (UNESCO, 2004, p. 52). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En nuestro
país, la formación inicial de profesores regulares parece ser insuficiente para
responder a las necesidades de alumnos sobresalientes. Sirve para ilustrar lo
anterior el plan de estudios 2018 de la Licenciatura en Educación Primaria: incluye
dos cursos (Atención a la diversidad y Educación inclusiva) que abordan
generalidades conceptuales y metodológicas de la inclusión educativa. En ambas
asignaturas el énfasis se pone en los problemas de aprendizaje y
discapacidades. En los programas de estas materias aparece tímidamente, apenas
dos o tres veces, la expresión “aptitud sobresaliente”. Si bien el propósito de
la carrera mencionada no se centra en la formación de especialistas sobre
condiciones específicas del alumnado, parece que hay una deuda respecto al
reconocimiento de las aptitudes sobresalientes.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aunado a la
formación inicial insuficiente, ya en el aula los profesores regulares no
cuentan con apoyo adecuado para enfrentar los desafíos que plantean los
estudiantes sobresalientes: de acuerdo con el INEE (2014, p. 53), sólo 14.6% de
docentes de educación básica con alumnos que requerían atención especial, entre
ellos los que cuentan con una aptitud sobresaliente, han recibido apoyo o
asesoría para atenderlos. Con una formación inicial insípida en términos de inclusión y poca orientación
ya en el servicio, existen dudas sobre la calidad de atención que en
el aula regular se brinda a los alumnos mencionados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Se observa entonces que la atención de educandos con aptitudes sobresalientes implica repensar
algunos aspectos de fondo de la vida escolar: la flexibilidad de los
currículos, la edad como criterio único de los trayectos educativos, los
conceptos de equidad e inclusión, el papel de la educación especial, etc. Desde
luego que lo anterior conlleva implicaciones mayores en términos organizativos
y políticos. Existen medidas muy evidentes que sin duda deben ser consideradas, como el fortalecimiento de la formación inicial del profesorado regular,
la liberación de las instancias de educación especial de la sobrecarga
administrativa en aras de promover su vinculación con el aula regular y la
creación o ampliación de programas y espacios para la potencialización de las
aptitudes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Así pues, los
niños y jóvenes con aptitudes sobresalientes son, en muchos casos, víctimas de
una exclusión silenciosa, al no recibir un servicio educativo acorde a sus
necesidades. No basta a estos alumnos con aparecer frecuentemente en los
cuadros de honor, ser el “caballito de batalla” del maestro cuando se trata de
montar un número artístico o el as bajo la manga en la Olimpiada del
Conocimiento. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La escuela debe brindarles oportunidades efectivas para potenciar sus de por sí notorias aptitudes. Eso,
al igual que instalar una rampa en la entrada de la escuela, también es equidad
e inclusión. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">CONGRESO DE
LA UNIÓN. (2019). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ley
General de Educación. </span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">México: autor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">MEJOREDU.
(2020). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Indicadores nacionales de la mejora
continua de la educación en México 2020. Cifras del ciclo escolar 2018-2019. </span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">México: autor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP.
(2020). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Atención educativa a estudiantes con
aptitudes sobresalientes: preescolar, primaria y secundaria. </span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">México: autor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP.
(2022). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Principales cifras del sistema
educativo nacional. 2021-2022. </span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">México:
autor.</span><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">UNESCO. (2004). <i>La educación de niños con talento en Iberoamérica.</i> Santiago: autor.<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-4673405867079416972022-10-25T21:54:00.000-07:002022-10-25T21:54:09.197-07:00La desaparición de la guía del Consejo Técnico.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><b style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-pLJjsqkO1P90m9u0xBji-i8CcQwB7VaRE4od5vGKijw9nzPY3Dg0gL9IuIm8n1HQBNE335azrxl4sIa19y6obDc2dBH6SNPUDKmdinOo0uWmJKf28-a4mhSbJFtEN_eOOn3RVxTla90K2lavw_zu16awb6ZjTg7wU6_cx-WsbUiF0ZB5Rsvq85qq/s768/Consejo%20T%C3%A9cnico%20Escolar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="768" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-pLJjsqkO1P90m9u0xBji-i8CcQwB7VaRE4od5vGKijw9nzPY3Dg0gL9IuIm8n1HQBNE335azrxl4sIa19y6obDc2dBH6SNPUDKmdinOo0uWmJKf28-a4mhSbJFtEN_eOOn3RVxTla90K2lavw_zu16awb6ZjTg7wU6_cx-WsbUiF0ZB5Rsvq85qq/s320/Consejo%20T%C3%A9cnico%20Escolar.jpg" width="320" /></a></div><br />A partir de
la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE) del ciclo 2022-2023
ya no existirán las guías de trabajo que, para la organización de estos
encuentros, eran publicadas por la Secretaría de Educación Pública. Estos cuadernillos
eran tomados como referencia, y en muchos casos como mandato, para el desarrollo
de las sesiones del órgano escolar. En esta ocasión, la autoridad educativa ha
optado por un documento de apenas seis cuartillas que se limita a brindar
orientaciones muy generales, de modo que el diseño de la agenda de trabajo
recaerá casi totalmente en directivos y docentes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Como se ha
dicho, el problema en sí no eran las guías de trabajo, sino su seguimiento al
pie de la letra, desde las autoridades educativas, pasando por directores y supervisores,
hasta llegar a los docentes. ¿No rompía esto con el espíritu del máximo órgano
colegiado de las escuelas? ¿No restaba a su facultad de decidir en torno a asuntos
propios? ¿No distraía a sus integrantes de los temas realmente prioritarios?
Así pues, quizá de manera no intencional, las guías de trabajo publicadas
anteriormente ayudaban a fortalecer una práctica nociva para la autonomía de
gestión de las escuelas: las indicaciones “en cascada”, sobre todo en asuntos
pedagógicos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El
contenido de las guías se convirtió incluso en motivo de auditoría: en Colima,
se llegó al extremo de solicitar a los docentes la comprobación del
cumplimiento, actividad por actividad, de estos documentos de trabajo. Así
pues, una serie de actividades prediseñadas, probablemente ajenas a la realidad
escolar, nutrieron expedientes electrónicos que fueron tomados como referencia
del cumplimiento del funcionamiento de las sesiones. La guía se convirtió en la
medida del CTE. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego
que no deben echarse campanas al vuelo. Hay que preguntarse si el tránsito de
una guía de trabajo a un documento orientador es síntoma de autonomía: Santos
Guerra asegura que habría que matizar la conveniencia de ésta si “provoca el
sálvese quien pueda” (2002, p. 95). Así, fomentar la autonomía va mucho más
allá que soltar de la mano. ¿Renunciar a la elaboración de guías representa,
para la autoridad educativa, quitarse un peso de encima o adquirir un compromiso
de fortalecer y acompañar las deliberaciones de los centros escolares? ¿La
cultura verticalista terminará imponiendo agendas de trabajo no obstante que,
en el papel, se indique lo contrario? El tiempo dará respuesta a tales
preguntas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Aunque
parecería poco aconsejable mezclar dos actividades que en sentido estricto son
diferentes, en el calendario escolar el CTE comparte espacio con el Taller
Intensivo de Formación Continua para Docente sobre los Nuevos Planes y
Programas de Estudio. En ese sentido, el documento orientador es también breve:
se limita a presentar el video de una conferencia y diversos textos
informativos del nuevo marco curricular. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Vale decir
que mucha de la información contemplada en los insumos anteriores ya había sido
revisada en la fase intensiva del CTE y que otra (los libros de texto, por
ejemplo) quizá requiera precisiones por parte de expertos en el proceso. Claro
que es deseable que la comprensión del nuevo plan de estudios se dé en el marco
de un trabajo acorde a las condiciones de cada centro escolar, pero esto no
exime a la autoridad educativa de incidir en el proceso e ir más allá de
proveer un listado de materiales bibliográficos, como lo hace en el documento
orientador. Cuando en la guía se dice que “si [los integrantes del CTE] deciden
profundizar en el conocimiento del Plan de Estudios” (SEP, 2022, p. 3), da la
impresión de que el abordaje del marco curricular se sujeta a la voluntad y posibilidad
de cada centro escolar. ¿Es esto adecuado en un Taller de Formación Continua centrado
en un asunto tan importante como el nuevo marco curricular? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Finalmente,
debe mencionarse que la desaparición de las guías de trabajo a las que,
voluntaria o involuntariamente, algunos se sometían, pudiera representar una
situación potencial para el ejercicio de la autonomía de gestión escolar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Queda en duda el papel de la autoridad central,
sobre todo en los asuntos referentes a la capacitación sobre el nuevo marco
curricular. Es una incógnita también si la desaparición de las guías de trabajo
responde más a la falta de propuestas o a un deseo genuino de alentar la
libertad de los centros escolares. Que no se olvide que Gregorio Torres
Quintero afirmaba que el fomento de la iniciativa se da, sobre todo, “en virtud
de una buena centralización” (citado por Arnaut, 1998, p. 3). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">ARNAUT,
ALBERTO. (1998). La federalización educativa en México, 1889-1994. México: SEP
/COLMEX/ CIDE. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SANTOS-GUERRA,
MIGUEL ÁNGEL. (2002). La escuela que aprende. Madrid: Morata. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP.
(2022). Orientaciones para la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico
Escolar y el Taller de Formación Continua para docentes. México: autor. <o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-37011005142933224992022-09-22T07:20:00.001-07:002022-09-22T07:21:28.993-07:00La matrícula de preescolar: llueve sobre mojado. <p> <i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrRLESuC88zeoB4_uBEdXd6tyAyTe3EIz7rhOoU_PSStuCv0njetaStzDmAOI8vUAKTLOiUs0MuWGo3YV1fpRInAFfTDDEBnkXwo2P70uiei8FiTNh9HsrdnQ6oR0QqhoFwIjwizXxlOjS2WT8uuUlze8TIIa523L2pE4zZATWVIC8GQW11T_Yta6o/s1000/juegos-de-construccion-regalos-educativos.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrRLESuC88zeoB4_uBEdXd6tyAyTe3EIz7rhOoU_PSStuCv0njetaStzDmAOI8vUAKTLOiUs0MuWGo3YV1fpRInAFfTDDEBnkXwo2P70uiei8FiTNh9HsrdnQ6oR0QqhoFwIjwizXxlOjS2WT8uuUlze8TIIa523L2pE4zZATWVIC8GQW11T_Yta6o/s320/juegos-de-construccion-regalos-educativos.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Son añejas
las dificultades relativas a la escolarización de niños en edad para cursar la
educación preescolar. Pese a la obligatoriedad del nivel educativo, establecida
en 2002, en el ciclo escolar previo a la pandemia, el 2018-2019, existían
problemas considerables: la cobertura del nivel se situaba en 72.1%, mientras no
se atendía siquiera la mitad de los niños de tres años (48%).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Entidades como Chihuahua, Baja California,
Colima, Sonora y Tamaulipas ofrecían una cobertura apenas superior al 60% en el
nivel educativo. Desde el ciclo escolar 2017-2018 y hasta la fecha se ha
incrementado la cantidad de niños fuera de las escuelas preescolares, pese a
que, en apariencia, debería ser más fácil captar a la población a atender, dada
la desaceleración de su crecimiento demográfico. Las cifras oficiales dan cuenta de una
agudización de los problemas a partir de la pandemia.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El inicio
de la disminución de la matrícula de preescolar no puede ser adjudicado a la emergencia
sanitaria: el punto más alto de cantidad de estudiantes se registró en el ciclo
escolar 2016-2017 (4,931,986 alumnos) y, a partir de entonces, el descenso ha
sido continuo. Sin embargo, es desde el ciclo escolar 2019-2020, cuando inició
la pandemia, que la pérdida de alumnado se intensificó. De acuerdo con las
cifras oficiales, del periodo lectivo 2019-2020 al 2021-2022, la matrícula
adelgazó en más de medio millón de alumnos (581,069). Hoy se tienen más alumnos
fuera de las escuelas preescolares (2,369,803) que hace diez años (1,966,919 en
2012-2013).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">De los
cinco ciclos escolares en que se ha registrado una caída sostenida de la
matrícula de preescolar, es en los dos últimos donde ser observa un porcentaje
de disminución más intenso: 8.5% (2020-2021) y 4.0% (2021-2022). En los ciclos
escolares previos, la reducción había sido considerablemente menor: 0.8%, 2.2%
y 0.9%. Preescolar es el gran perdedor de matrícula a raíz de la pandemia. No
hay otro nivel educativo que siquiera le acerque: supera por mucho a primaria
(cuatro veces), secundaria (ocho), media superior (dos) y superior (ocho). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Las
condiciones demográficas actuales del país, caracterizadas por la disminución
de la tasa de fecundidad, entre otros factores, son insuficientes para atenuar
la crisis de la matrícula de preescolar. De acuerdo con las proyecciones de la
Comisión Nacional de Población (CONAPO), del ciclo escolar 2019-2020 al
2021-2022, la población de tres a cinco años de edad disminuyó 1.1%, mientras
que la cantidad de estudiantes de preescolar –en ese mismo rango de edad–
decreció 12.2%. La disparidad de ambas proporciones es más que evidente. Como
ya se vio, nacen menos niños, pero hay más excluidos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Mucho se ha
hablado de las repercusiones que la pandemia ha traído a la vida escolar. Se
estima que las afectaciones pudieran cuantificarse entre uno y dos grados
escolares de retraso. Sin embargo, considerando las situaciones expresadas
hasta estas líneas, salta la incógnita si el golpe más fuerte aún está por
propinarse: ¿qué habrá que pagar por una generación con limitantes tan
considerables en cuanto al curso de la educación preescolar? Es de suponerse,
además, el futuro que deparará a aquellos que, desde tan temprana edad, se
desvinculan de la escuela. No resulta razonable apostar por éxito educativo
cuando uno de cada tres mexicanos en edad para cursar el preescolar están
omitiendo una experiencia educativa que sienta los cimientos de habilidades
fundamentales del pensamiento.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Como si
hiciera falta agravar el panorama, los problemas existentes de matriculación en
preescolar se han intensificado a partir de la pandemia. ¿Qué han hecho los
gobiernos federal y locales para contener el desmoronamiento de la matrícula?
¿Qué estrategia se contempla en el corto plazo para recuperar a los alumnos
ausentes? ¿Es válido esperar a que, naturalmente, cuando disminuyan los efectos
de la pandemia, la situación escolar se componga? ¿Qué acciones se prevén para
tratar de borrar cicatrices que, en términos de desarrollo y aprendizaje, representa
para una generación la falta de estimulación en el nivel preescolar? ¿Cómo
evitar, pues, que le siga lloviendo sobre mojado a este nivel educativo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">CONAPO. (2019). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Indicadores demográficos 1950- 2050. </i>Disponible
en:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>https://datos.gob.mx/busca/dataset/proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-y-de-las-entidades-federativas-2016-2050<span class="MsoHyperlink"><span color="windowtext" style="text-decoration: none; text-underline: none;"> (consultado el 18 de septiembre de 2022).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP (2019). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019. </i>México:
autor. <span class="MsoHyperlink"><span color="windowtext" style="text-decoration: none; text-underline: none;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP. (2020). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2019-2020. </i>México:
autor.<b><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP. (2022). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2021-2022. </i>México:
autor.<b><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></b></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-81925737163172418182022-08-26T16:09:00.002-07:002022-08-26T16:09:41.171-07:00Burocratización del Consejo Técnico Escolar.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i> </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwW7jYPFDjI_AqDJ1OMvcXnvFzo9mdDGq8LUu6q7ZjtKqhbPTfG_0VMXeJDDxVv1R7ohSwhxrxmUd5zB3SK0O-Av6TTcI_rIhDbY-7kUG8nw7SfpYSO7HcxOS-fW2fRhEfUGul89ndU27FhG8J6I58N97IcdW1eP8XJ8KTzOdgAlT4M3aqr8on4wYu/s1920/burocracia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="1920" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwW7jYPFDjI_AqDJ1OMvcXnvFzo9mdDGq8LUu6q7ZjtKqhbPTfG_0VMXeJDDxVv1R7ohSwhxrxmUd5zB3SK0O-Av6TTcI_rIhDbY-7kUG8nw7SfpYSO7HcxOS-fW2fRhEfUGul89ndU27FhG8J6I58N97IcdW1eP8XJ8KTzOdgAlT4M3aqr8on4wYu/s320/burocracia.jpg" width="320" /></a></div><br />Los
productos de las guías de trabajo que para las sesiones de Consejo Técnico Escolar
son generadas por la autoridad central, fueron incluidos en un largo listado de
documentos que, de acuerdo con funcionarios educativos colimenses, serán solicitados
a las escuelas para ser sometidos a auditoría. La indicación es precisa: no se
trata de evidenciar el trabajo con actividades propias de los centros escolares,
sino con el cumplimiento de los productos específicos que se establecen en una
guía de trabajo que se presenta a sí misma, de manera explícita en su
introducción, como una mera sugerencia, pero que el afán verticalista la asume
como mandato. La situación anterior sin duda aplasta la esencia de los Consejos
Técnicos Escolares.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Seguir al
pie de la letra las guías de los Consejos Técnicos Escolares provoca que se
aborden temas y contenidos ajenos a la realidad o que poco abonan al
funcionamiento de la institución. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ya
alguna vez se solicitó, provocando risas entre los maestros, generar
estrategias de comunicación para aquellos alumnos con los que se estaba
incomunicado. En otra se propuso que los docentes reflexionaran sobre problemas
ambientales, como si no tuvieran asuntos escolares suficientes en qué pensar. Ni
qué decir de las hoy olvidadas “pausas activas”, que hacían de las sesiones
espacios para promover la salud física. En las sesiones más recientes, fue
motivo de una burla intensa en redes sociales los viajes al pasado que, a
través de un audio de casi veinte minutos, se promovieron para sensibilizar
sobre el nuevo plan de estudios. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No se puede
soslayar la ausencia de voluntad para ejercer la autonomía del Consejo Técnico
Escolar. Esta situación se manifiesta claramente cuando, en cadena, desde las
autoridades hasta el colectivo escolar, hay un sometimiento a las guías de
trabajo generadas desde las oficinas centrales. El apego excesivo a estos
documentos es un mal síntoma de la libertad que, se supone, debería prevalecer
en el Consejo. La situación se fomenta desde la autoridad educativa y se acepta,
en muchos casos sin reclamo, por supervisores, directores y maestros. Obedecer
es más fácil que decidir y reproducir que crear. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Este
planteamiento de los Consejos Técnicos Escolares fomenta que se perciba como una
prioridad la entrega de un producto (léase papel) a la autoridad inmediata
superior. Ya no basta el acta de la sesión, firmada por todos los miembros del
Consejo, para comprobar el trabajo. Ahora, poniendo procesos de auditoría como
pretexto, autoridades exigen a las escuelas apegarse a cada uno de los
productos de la guía oficial, digitalizarlos y enviarlos para su revisión; si
no se siguió lo que el documento marcaba, se tiene que exponer la razón, como
si la autonomía del Consejo no fuera motivo suficiente. ¿Es la entrega de
productos ideados desde un escritorio extraño la única manera de comprobar el
funcionamiento de un Consejo Técnico? Olvidan quizá que “la regulación excesiva
conduce a la burocratización” (Santos, 2002, p. 76) y ésta, a su vez, a la
simulación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Es pues lo
que está pasando en esta entidad, así como en algunas otras, claro ejemplo no
sólo de una cultura verticalista, sino del privilegio de los asuntos
administrativos por sobre los pedagógicos. Si bien la autoridad educativa debe exigir
el buen funcionamiento de los Consejos Técnicos y las escuelas tienen
obligaciones para hacer buen uso de este espacio, es inaceptable pensar en
estos órganos como instancias que responden a actividades estandarizadas. No se
pretende negar que la educativa, como cualquier otra actividad laboral,
implique compromisos administrativos, pero éstos no deberían afectar los
asuntos académicos. ¿Es tal el desprecio a los Consejos Técnicos Escolares? ¿Suponen
que entregar un producto, que por cierto circula ya contestado en las horas
previas a la sesión, es garantía de que el Consejo Técnico sesionó
adecuadamente? ¿No es suficientemente grande la simulación como para alcanzarla
a ver? La autoridad educativa está confundida: no está vigilando, está
controlando. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-76448129620455552442022-08-14T09:10:00.002-07:002022-08-14T09:11:12.625-07:00Maestros centaveros.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzERUOPgBafqcfbxSYv5_WUXYGJ_22OzfAaPIVoZbZ0gztjPcnvxPkwTVOqe2S1U_siVQtBlcZaJwPbKLUB5__9sUjeI0DKJzcCEU_XLi5DAQz9q4UU6NXCVUrZWDTnTAwsHka86jquE6_TFf0wpmke2o5Hs6OjK-vqh-e4ENyOA-sRR9GzeGVq2Ur/s617/257617734_4977395125646625_7818939625263746886_nmdls.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="386" data-original-width="617" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzERUOPgBafqcfbxSYv5_WUXYGJ_22OzfAaPIVoZbZ0gztjPcnvxPkwTVOqe2S1U_siVQtBlcZaJwPbKLUB5__9sUjeI0DKJzcCEU_XLi5DAQz9q4UU6NXCVUrZWDTnTAwsHka86jquE6_TFf0wpmke2o5Hs6OjK-vqh-e4ENyOA-sRR9GzeGVq2Ur/s320/257617734_4977395125646625_7818939625263746886_nmdls.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">La Normal
de Maestros de Colima ha visto pasar uno de los episodios recientes más lamentables de su
centenaria historia. Retrasos en los procesos de titulación generaron
manifestaciones y tomas de vialidades, por parte de jóvenes egresados,
exigiendo la entrega de sus actas de examen profesional. La explanada normalista
se convirtió en escenario de un penoso intercambio callejero de gritos y
acusaciones. Las desatinadas intervenciones de los más altos funcionarios
llevaron a suponer que la institución ofrecía carreras “patito”. En afán de encontrar
responsables de la situación, que a la fecha ya fue resuelta, los docentes de
la institución han salido salpicados tanto por la gobernadora del Estado,
Indira Vizcaíno Silva, como por el secretario de Educación y Cultura, Adolfo
Núñez González.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En entrevista
proporcionada a medios locales, el secretario de Educación y Cultura aseveró
que entre los motivos que habían retrasado la aplicación de los exámenes de
titulación se encontraba la negativa de los maestros a participar en los mismos
debido a los adeudos del pago de las sinodalías del ciclo escolar anterior. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin ofrecer mayores pruebas y aprovechando un
adeudo que existía, metió a los profesores entre los responsables del
escandaloso retraso en las titulaciones y, a su vez, prácticamente los tachó de
mercenarios. Por, “cualquier cosa” (refiriéndose a los aproximadamente trescientos
pesos que cobran por cada sinodalía), dijo, los docentes se oponían a examinar
a los estudiantes: unos auténticos mercenarios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Señalar que
los maestros normalistas anteponen indebidamente sus intereses económicos ante
las exigencias laborales refleja un desconocimiento absoluto de lo que sucede en
la casa de estudios. ¿Ignorará el acusador que apenas hace algunos meses el
magisterio del ISENCO, al igual que todo el de sostenimiento estatal, laboró
durante un tiempo considerable sin sus pagos quincenales? ¿Desconocerá que
desde hace más de diez años este profesorado no accede a programas que le
otorguen incentivos económicos por su labor profesional? ¿Será que ignora
también que tareas cotidianas, como la supervisión de las prácticas profesionales,
en muchas ocasiones en localidades apartadas, deberían ser realizadas con los
viáticos correspondientes pero se efectúan con los medios provistos por el
profesorado de su propio bolsillo? ¿Son esos los maestros centaveros a los que
hace alusión el funcionario?</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego
que las acusaciones hacia los maestros fueron aderezadas con las acostumbradas
invitaciones a mirar el pasado. “Son problemas heredados”, dijo el secretario.
La frase, que, dada su frecuencia, parecería provenir de un manual de gobierno,
fue complementada, casi a regañadientes, por una tímida admisión de que los
tiempos se vinieron encima, después de que el trámite pendiente fue descubierto
tardíamente entre una pila de documentos de los procesos de entrega-recepción. Pese
a lo anterior, los señalamientos hacia el magisterio continuaron. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Una vez que
los trámites administrativos fueron resueltos y los exámenes realizados, vino
una nueva acusación pública hacia los maestros. A través de sus redes sociales,
la gobernadora Indira Vizcaíno Silva aseguró triunfante que gracias a las oportunas
gestiones de funcionarias estatales se habían superado los trámites
administrativos, pero había un impedimento para entregar las actas de examen
profesional: algunos docentes no las habían firmado aún. Por desinformación o
por conveniencia, la mandataria no señaló que los docentes ya han firmado hasta
en tres ocasiones tales actas pero, por errores administrativos, éstas han
tenido que ser corregidas una y otra vez. ¿Se buscará nuevamente endilgar
fallas? ¿También se trata de un problema heredado? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Es
lamentable observar que quienes provienen de un movimiento que se ufana de
revalorizar al magisterio, no duden en tomarlo como chivo expiatorio en
situaciones ajenas a su ámbito de acción. Las imprecisas declaraciones de los
funcionarios mencionados contribuyen a formar la imagen de un profesorado
indiferente y hasta mercenario. Sin afán de equivocadamente beatificar al
magisterio normalista, que tiene otros desafíos para su propio mejoramiento, las
acusaciones son por demás injustas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Resulta
penoso observar que funcionarios de alta jerarquía opten por distraer de sus
responsabilidades realizando señalamientos hacia un pasado que, sobra decirlo,
ya se fue. Por fortuna, este agrio episodio tendrá un final feliz para los
jóvenes egresados. ¿No bastaba con enfocarse a resolver el problema sin
necesidad de exhibir culpables? ¿No generaron más encono y división, incluso al
interior de la Normal, los señalamientos realizados? ¿No devino lo anterior en
una innecesaria formación de bandos entre una comunidad que debería estar unida
por una misión? Parece que la manera de resolver un problema, generó otro de dimensiones importantes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-12247764496842241612022-08-13T10:52:00.001-07:002022-08-13T10:52:36.356-07:00Computadoras gratuitas: ¿cuál será su alcance?<p> <i style="text-align: justify;">Rogelio Javier Alonso Ruiz*</i></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfB2hFCxFP26pAgQ6rCJrQ5rXUeZg-aTEYB2-WKtJkyHPMhGcCaORHGC_1iDcC4c4o1bDDxZ_x-TgyaArZSsoht0WBrs0KyVS-zD-nRKbS4_3CXYEAjy_-0XXNWeH1RkorKZjj1JBvKmYoqU1Vnpek0IYZIwkBPuLZPZbh9uZO5gtBH9KSL8qfHu3X/s608/f608x342-113148_142871_0.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="608" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfB2hFCxFP26pAgQ6rCJrQ5rXUeZg-aTEYB2-WKtJkyHPMhGcCaORHGC_1iDcC4c4o1bDDxZ_x-TgyaArZSsoht0WBrs0KyVS-zD-nRKbS4_3CXYEAjy_-0XXNWeH1RkorKZjj1JBvKmYoqU1Vnpek0IYZIwkBPuLZPZbh9uZO5gtBH9KSL8qfHu3X/s320/f608x342-113148_142871_0.jpg" width="320" /></a></div>El Gobierno del Estado de Colima anunció que, como parte del programa ColiBecas, otorgará de manera gratuita 32,500 computadoras portátiles a estudiantes de educación secundaria de la entidad, durante el ciclo escolar 2022-2023. Tal cifra, según datos oficiales (SEP, 2021), equivale a poco más del 100% de la matrícula del sector público de ese nivel educativo. La mandataria estatal, Indira Vizcaíno Silva, resaltó que tal estrategia es un reflejo de la confianza de su gobierno en dos elementos centrales: igualdad y educación. Sin afán de regatear la importancia de la acción, es necesario preguntarse por el impacto del equipamiento en los jóvenes colimenses. ¿Es adecuado echar las campanas al vuelo con el otorgamiento de las laptops? ¿Qué se espera de ellas y qué se hará para convertirlas en verdaderas aliadas de la causa educativa? ¿Cuáles son los beneficios potenciales y los riesgos de su uso en el ámbito escolar?</div><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a través del análisis de los resultados del desempeño de estudiantes en diversos países, señala que, “en general, la evidencia de PISA, así como de evaluaciones diseñadas más rigurosamente, sugiere que aumentar únicamente el acceso a las computadoras para los estudiantes, en el hogar o en la escuela, es poco probable que resulte en mejoras significativas en los logros educativos” (OCDE, 2015, p. 163). Asimismo, asevera que “el bienestar en la escuela está fuertemente relacionado con el consumo de los medios electrónicos fuera de la escuela” (OCDE, p. 189), de modo que acciones como un uso excesivo del internet pueden estar vinculadas (sin necesariamente hablar de una relación causa-efecto) con desinterés por los asuntos escolares.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Decir que el otorgamiento de computadoras contribuye a reducir la desigualdad es una verdad a medias. Por una parte, no se puede negar que la dotación de estos equipos tenderá a igualar las condiciones materiales de acceso a la información, la comunicación y a las posibilidades que ofrece el entorno digital. Sobre lo anterior, la pandemia y la educación a distancia dieron una dura lección que no debe ser olvidada. Pero, por otra parte, se debe ir más lejos: ¿qué sucede con el aprendizaje? “Los resultados muestran que si las brechas actuales en lectura, escritura y matemáticas no se reducen, las desigualdades en habilidades digitales persistirán” (OCDE, 2015, p. 189). La pandemia también nos demostró los límites de la tecnología: las pantallas, en sí mismas, no educan.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Así pues, la disminución de la brecha digital, entendida como la “distancia en términos de habilidades digitales entre las personas que tienen acceso o no a estas herramientas, en específico a internet y a computadoras” (INEE, 2019, p. 227) no depende exclusivamente de la posesión de un dispositivo electrónico, sino de la consolidación de habilidades básicas comunicativas y del razonamiento. Queda entonces un amplio margen de aprovechamiento de las computadoras para asegurar que no sólo contribuyen a disminuir las desigualdades materiales, sino también a las diferencias en las capacidades cognitivas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El gobierno colimense debe tener presentes programas que, en materia de dotación de dispositivos electrónicos, se han <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>implementado a nivel federal: Enciclomedia (2004-2011), Habilidades Digitales para todos (2009-2012), Mi Compu MX (2013-2014), Programa Piloto de Inclusión Digital (2013-2015), Programa @prende.mx (2014-2016) y Programa @aprende 2.0 (2016-2017). Deficiencias en la infraestructura de las escuelas, mantenimiento de los equipos y falta de capacitación al magisterio y los padres de familia, provocaron que muchos de los esfuerzos fueran efímeros y sus efectos insípidos. ¿Qué hacer para evitar que, como con los últimos programas, los equipos otorgados directamente al estudiantado terminen no sólo alejados de un uso educativo sino en los aparadores de casas de empeño?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Valdría la pena revisar en particular los programas al respecto durante el sexenio 2012-2018. ¿En qué grado se aprovecharon las laptops y tabletas que se entregaron a los niños y jóvenes? ¿Qué tanto pesó que la política educativa plasmada en el plan sectorial se enfocara a “subsanar la parte de la dotación de recursos” pero dejara “vacíos en cuanto a la capacitación de los docentes, en particular, sobre los modelos pedagógicos que faciliten la transmisión del uso de los recursos informáticos a sus alumnos” (INEE, 2019, p. 227)? Se acusó, incluso, a los gobernantes de otros tiempos de clientelismo cuando de manera directa se proporcionaba a la población televisiones, computadoras o tabletas: ¿qué se hará de diferente en esta ocasión para justificar la entrega y no confundirla con una medida propagandística y fugaz?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">A partir de lo revisado, la administración estatal no debe perder de vista que, por atractiva que mediáticamente sea su entrega, las computadoras son herramientas que, considerando los antecedentes expuestos en este escrito, no garantizan un impacto positivo significativo en los aprendizajes del alumnado. De lo anterior se desprende la necesidad de generar una robusta estrategia de largo alcance que favorezca su uso efectivo para fines educativos, que “incluya la capacitación de docentes y la creación de contenido informático educativo que permitan potencializar las habilidades digitales” (INEE, 2019, p. 232), así como la habilitación de la infraestructura escolar y la orientación a las familias. Y<span style="mso-spacerun: yes;">a se hizo un importante esfuerzo económico, ahora falta otro más trascendente: el de la creatividad en la formulación de ideas que permitan alcanzar el potencial que la presencia tecnológica en la educación supone. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Twitter: @proferoger85<o:p></o:p></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">INEE. (2019). </span><span class="MsoHyperlink"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Panorama educativo de México 2018. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior. </i></span><span class="MsoHyperlink">México: autor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="MsoHyperlink">OCDE. (2015). <i>Students, computers and learnin. Making the connection. </i>PISA, OECD Publishing. Disponible en: </span><i>http://dx.doi.org/10.1787/9789264239555-en</i><span class="MsoHyperlink"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">SEP. (2021). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2020-2021. </i>México: autor.</span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-84970479257822324542022-08-05T13:50:00.000-07:002022-08-05T13:50:06.435-07:00Candil de Morena, oscuridad de la SEP. <p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgN6zLv2YbgNUskx6QbGCadIBpa_Om2Bbn2G8G4gZRju2xzKjVnNHMl-8dk4BrzEBleNjFobIQ_3GfWmTyf-qSKkHndILtR0Q_rhwgpMAhz9Yim0caYXUjvRPp0uI7E3CVU2DYmw1hkgi-BNHnbfhijZhYD78ppCW41KKlph1RWo72DwC5_zzSb_W1T/s630/Imagen1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="395" data-original-width="630" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgN6zLv2YbgNUskx6QbGCadIBpa_Om2Bbn2G8G4gZRju2xzKjVnNHMl-8dk4BrzEBleNjFobIQ_3GfWmTyf-qSKkHndILtR0Q_rhwgpMAhz9Yim0caYXUjvRPp0uI7E3CVU2DYmw1hkgi-BNHnbfhijZhYD78ppCW41KKlph1RWo72DwC5_zzSb_W1T/s320/Imagen1.jpg" width="320" /></a></div><br />Próximamente
la profesora Delfina Gómez Álvarez dejará la titularidad de la Secretaría de
Educación Pública para postularse como candidata, por parte del partido Morena,
a la gubernatura del Estado de México. A través de una encuesta, se definió que
la docente es la que mejor intención de voto representa entre los precandidatos.
<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La maestra
Gómez Álvarez duró sólo 17 meses al frente de la SEP. Cuando el presidente de
la República la presentó como secretaria, en su discurso inaugural la profesora
señaló que veía al puesto “no como un cargo político o burocrático”. Hoy, ante
un panorama tan complejo que comprende, entre muchos desafíos más, la atención
a los estragos educativos de la pandemia y la consolidación de un nuevo plan de
estudios, resulta sospechoso, tomando como punto de partida la aseveración del
discurso inicial, que haya pesado más una candidatura para dejar tan importante
encargo. Sin afán de regatear las legítimas aspiraciones políticas de la
maestra, llama la atención que la balanza se inclinó más hacia la carrera
electoral. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La reactivación
del servicio educativo presencial fue quizá uno de los retos más importantes de
la próxima exsecretaria. Si bien la escuela es la responsable directa de los
aprendizajes de los alumnos, dio la impresión que desde la máxima instancia
educativa no existió un diagnóstico nítido del impacto de la pandemia y el
confinamiento en el desarrollo de los alumnos y, mucho menos, en consecuencia,
acciones concretas remediales y emergentes pertinentes. Algunas medidas
asumidas (aprobación automática o días del calendario escolar para nivelación
académica), resultaron insípidas. La carga recayó, como ya es costumbre, en la
desvirtuada, a conveniencia, autonomía escolar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La firmeza
de la autoridad de la secretaria fue puesta en entredicho durante la tensa
reanudación del servicio presencial. Sin menoscabar el respeto a las
diferencias regionales, parece que nunca logró concertar un acuerdo efectivo con
las autoridades locales que diera orden en cuanto a tiempos y procedimientos. Incluso,
el presidente de la República dio un duro golpe a la autoridad de la secretaria,
al negar públicamente una carta de corresponsabilidad para el ingreso a las
escuelas que días antes se había anunciado desde la SEP. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Gómez
Álvarez deja su encargo justo cuando un nuevo plan de estudios está en
construcción y sigue vivo un debate en el cual, por cierto, su voz ha sido débil
y opacada por la de otros personajes. La profesora se va antes de la
culminación de la que se supone debería ser la obra cumbre en términos pedagógicos.
Se va, también, con una larga lista de adeudos al magisterio nacional, entre
los que destacan los eternos problemas de pago de maestros de Inglés o
Telebachilleratos. La revalorización del magisterio siguió quedando, al igual
que con su antecesor, más en los discursos que en los derechos, el salario, la
superación, etc. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Al llegar a la titularidad de la SEP,
Gómez Álvarez refirió haber conocido las entrañas de la educación mexicana,
desde las aulas y la dirección escolar. Dijo que los problemas educativos no
sólo los había estudiado, sino que los había vivido. Considerando lo anterior,
¿qué ofreció, en contraste con sus antecesores, en relación al perfil que usó
como carta de presentación? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sin suponer
la existencia de poderes mesiánicos, pareciera que las expectativas autogeneradas
con la llegada de un docente al máximo cargo educativo, rebasaron por mucho a
lo que realmente se hizo. En una encuesta (shorturl.at/aO689) realizada a
principios de año acerca del desempeño de los titulares de las secretarías del
gobierno federal, si bien la profesora Delfina Gómez Álvarez ocupó el tercer
puesto, llama la atención que “el 30 por ciento de los entrevistados dio una
nota negativa a su trabajo, una de las más altas registradas por el sondeo”. Contrastan
los resultados anteriores con los obtenidos en la encuesta para definir la
candidatura. Pareciera pues, que el brillo de Delfina Gómez se aprecia más en
su partido político, que en la misma secretaría donde laboró. Candil de Morena,
oscuridad de la SEP. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-90035521225653289632022-07-12T19:09:00.004-07:002022-07-12T19:09:50.057-07:00Sin tiempo que perder: la elaboración de libros de texto.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><i style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9h9pyYezPM8V-E7XK2oKU8_39MGa1b_USIYAlXqmTSD4UrAnnA_Hr6NXkqHpus32Kd6X_876IznZZlFZS8DrSlhBPXpNQXDzLmdSSoHK0LqaXR56I0LgAnEz7x9_Uj4NisNsIHtPpte8fdUGEwDC3GnNDEtX7toxtdTg9rOkcxfY7o_5HKbDevkXE/s1080/libros-de-testo-gratuitos-notimex-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="609" data-original-width="1080" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9h9pyYezPM8V-E7XK2oKU8_39MGa1b_USIYAlXqmTSD4UrAnnA_Hr6NXkqHpus32Kd6X_876IznZZlFZS8DrSlhBPXpNQXDzLmdSSoHK0LqaXR56I0LgAnEz7x9_Uj4NisNsIHtPpte8fdUGEwDC3GnNDEtX7toxtdTg9rOkcxfY7o_5HKbDevkXE/s320/libros-de-testo-gratuitos-notimex-1.jpg" width="320" /></a></div><br />La
Secretaría de Educación Pública dio a conocer la <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Convocatoria
para el registro de los aspirantes para la innovación de la nueva familia de
libros de texto gratuitos de 3° a 6°, para educación primaria</span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">. El llamado va dirigido a docentes, autoridades escolares, pedagogos,
investigadores y bibliotecarios que deseen contribuir a la elaboración de los
próximos libros de texto. Los materiales a diseñar deberán estar en manos de
los estudiantes en aproximadamente un año, pues para entonces, nuevamente en el
ocaso del sexenio presidencial, el marco curricular se aplicará de manera
generalizada en las escuelas del país. No hay tiempo que perder, la cuenta
regresiva es breve. <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Hace
algunas semanas, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación
(MEJOREDU) dio a conocer el documento </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recomendaciones
de mejora al plan y programas de estudio de educación básica 2022 y propuestas
de colaboración</span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> (2022). En el escrito, además de
reconocerse las bondades del marco curricular en construcción, aparecen
sugerencias no en la fachada, sino en los cimientos del mismo: el
replanteamiento de algunos ejes articuladores (p. 19), la construcción de “una
base formativa común-indispensable de contenidos” (p.33) o la revisión de la
conveniencia de proponer asignaturas por separado (p. 23). Se expresan dudas
sobre “las condiciones institucionales que posibiliten el trabajo por campos
formativos” (p. 21). ¿No serían, las anteriores, circunstancias que tendrían
que ser solventadas previo al diseño de los libros de texto? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Una de las
fortalezas que los organizadores del proceso de diseño señalan es que quienes
construirán los libros de texto son los maestros. Sin embargo, la MEJOREDU advierte
“retos importantes para la comprensión y concreción de los componentes
curriculares por parte de las y los docentes” (2022, p. 30): no queda claro
cuál es el referente principal para la enseñanza y la evaluación (contenidos,
diálogos o progresiones de aprendizaje) o la gradualidad de saberes y
conocimientos entre un grado y otro, por ejemplo. Las orientaciones didácticas,
a decir de la Comisión, merecen una revisión (p. 31). Considerando el
diagnóstico de la MEJOREDU en cuanto a los pendientes para comprender el marco
curricular por parte de los docentes, parece arriesgado que éstos ahora se
aventuren a la elaboración de los libros de texto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Dado que en
el próximo ciclo escolar los docentes participarán en sesiones de capacitación
sobre el nuevo plan de estudios, se especula que la versión definitiva del
documento no tardará en aparecer. Es una incógnita si la SEP atenderá las
recomendaciones de la MEJOREDU. En tal caso, ¿habrá tiempo suficiente para realizar
modificaciones significativas a partir de las observaciones de la Comisión y de
las múltiples asambleas en las que, se dijo, se contó con la voz crítica de
decenas de miles de profesores? ¿Es aconsejable emprender la elaboración de
libros de texto cuando, de acuerdo con la institución que se asume como conciencia
del sistema educativo, el marco curricular aún requiere modificaciones
importantes que se antoja tomen tiempo en concretarse?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Finalmente,
hay otra condición que llama la atención en el proceso de elaboración de libros
de texto: la falta de remuneración a los participantes. Lo anterior preocupa
por dos razones. La primera, porque perpetúa un discurso que romantiza la
vocación magisterial, situación que impide, como en este caso, al docente una
condición básica de cualquier profesional: el pago por sus servicios. En
cambio, se le ensalza banalmente por sacrificar tiempo familiar o de descanso.
La segunda razón de las preocupaciones tiene que ver con el hecho de que la ausencia
de pago pudiera ser un reflejo del valor que se le da al proceso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Inquietan pues las condiciones en las que se gestarán los próximos libros de texto gratuito. Da
la impresión que hay prisa, tanta que se omiten o sobreponen procesos. Tanta
que, en entidades como Colima, se invitó a los maestros a registrarse como
participantes del diseño de los libros de texto, sin tener lista aún la convocatoria
para tal actividad: había que ganarle tiempo al tiempo, dijeron. Pudiera
decirse que la inversión del orden de la convocatoria y el registro es un hecho sin
importancia, pero dado el contexto descrito, parece más una situación
sintomática. Ojalá, por el bien de un recurso educativo histórico tan valioso
como el libro de texto gratuito, la prisa no sea la consejera pues, dicen, es
la peor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. </i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">MEJOREDU.
(2022). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recomendaciones de mejora al plan y
programas de estudio de educación básica 2022 y propuestas de colaboración</span></i><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">. México: autor. <o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-9662278577453109532022-07-04T21:09:00.004-07:002022-07-04T21:15:13.943-07:00El remedio y la enfermedad.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl8dxL8yvBRBt-aL32qtCKGJQuqavF54NPOL9ggY5SZMTSzwcehgxijMMDYg-Q3Op7OGSMExMsZJdey2JN0fAouVyhZmBtRAurE0EluMrjVPp1UFHuwfkO2vgq9O_iWCHmLvMfzEx-FkJ3pa5wbMLuIT9lS7it4hvVlbNyY8rRkzYwrXD9mlcgppFV/s437/Imagen1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="437" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl8dxL8yvBRBt-aL32qtCKGJQuqavF54NPOL9ggY5SZMTSzwcehgxijMMDYg-Q3Op7OGSMExMsZJdey2JN0fAouVyhZmBtRAurE0EluMrjVPp1UFHuwfkO2vgq9O_iWCHmLvMfzEx-FkJ3pa5wbMLuIT9lS7it4hvVlbNyY8rRkzYwrXD9mlcgppFV/s320/Imagen1.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Como en
muchas otras escuelas del país, una primaria urbana céntrica de la capital de
Colima realizó un diagnóstico de su alumnado al inicio del ciclo escolar. Con
este ejercicio se detectó, entre otras situaciones, retrasos considerables en
los procesos de alfabetización entre estudiantes de primero a tercer grados. A
partir de ello, se diseñó una estrategia remedial para acelerar el aprendizaje
inicial de la lectura y la escritura.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La
estrategia consistió en brindar a los niños actividades de alfabetización según
los niveles en los que se situaban. En los primeros meses, estudiantes de la
licenciatura en Educación Especial de la Universidad de Colima, que prestaban
su servicio social constitucional, fueron asignadas como auxiliares en los
grupos escolares para, con el apoyo de los docentes titulares, atender a los
niños diagnosticados con carencias en alfabetización, a través de actividades
semanales específicas de la Propuesta para el Aprendizaje de la Lengua Escrita
(PALE), de Margarita Gómez Palacio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Posteriormente,
para ampliar los beneficios de la estrategia, se decidió que los niños
asistieran diariamente, por una hora, a un taller para realizar las actividades
de acceso a la lectoescritura, donde además de las estudiantes auxiliares, se
contó con la orientación del personal de la USAER (Unidad de Servicio de Apoyo
a la Educación Regular) del plantel. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A
la fecha de publicación de este escrito, prácticamente se había erradicado de
la escuela los niveles conceptuales presilábico y silábico del proceso de
adquisición de la lengua escrita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Lo narrado
hasta aquí da muestra de algunos de los efectos que, a partir de la promoción
automática del alumnado en los últimos ciclos escolares, se han manifestado y
cómo han sido atendidos desde los esfuerzos y las posibilidades de cada
plantel. A partir de lo contado, surgen dudas también: ¿Qué habrá pasado con
las escuelas que no cuentan con las condiciones de personal y organización como
la referida? ¿Cuáles habrán sido sus posibilidades para atender el rezago
generalizado que ha conllevado la promoción automática? ¿Cuál ha sido el papel
de la autoridad educativa central?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Recientemente
ha provocado gran revuelo en la opinión pública el hecho de que, por tercer año
consecutivo, no habrá reprobados en las escuelas mexicanas. Debería quedar
claro que, con o sin reprobación, el golpe está dado: el déficit en los
aprendizajes (indudablemente agudizado con la pandemia) perdurará varios años.
Pareciera entonces que hay confusión en la polémica en torno a la promoción
automática. El debate debería centrarse no en enaltecer los supuestos
beneficios de la reprobación (muy cuestionada por especialistas en evaluación),
sino en preguntar qué se ha hecho para acompañar la promoción automática. Y de
esta pregunta, parece, la autoridad educativa sale mal librada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego
que es deseable que la escuela se haga cargo de su propio destino y generar,
como en el ejemplo abordado, soluciones para sus propios problemas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, Santos Guerra (2002) desaconseja
la autonomía escolar “si provoca el sálvese quien pueda” (p. 95). En ese
sentido, sin minimizar las responsabilidades de cada centro escolar, queda en
entredicho el papel de la autoridad central ante el fenómeno de la promoción
automática y las acciones de acompañamiento que ameritaría. Sin caer en
peticiones utópicas, vale la pena preguntarse: ¿por qué no promover, a escala
nacional, una cruzada de futuros maestros, como los de la escuela referida,
para auxiliar en las acciones remediales en los contextos más adversos? ¿Por
qué no focalizar y asegurar la atención en problemas generales como lectura y
razonamiento matemático? ¿Por qué no generar un currículo condensado emergente?
Da la impresión que la autoridad se centró en la arista administrativa del
problema y pronto encontró la solución: que todos pasen. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Podremos
haber celebrado en el mediano y largo plazo que, ante los estragos de la
pandemia, en nuestro sistema educativo se contuvo la extraedad grave, la
reprobación o el abandono escolar, pero ¿a cambio de qué? ¿de un déficit profundo
e irreversible en los aprendizajes? Urge entonces atacar los efectos
secundarios que una promoción automática, más administrativa que pedagógica, sin
una estrategia complementaria por parte de la autoridad central, pueda
conllevar. Ojalá no se haga tarde para evitar que sea peor el remedio que la
enfermedad.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Twitter:
@proferoger85</i><br /><br />REFERENCIAS<br />Santos Guerra, M. (2002). La escuela que aprende. Madrid: Morata. </p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-83919682744382312082022-07-02T15:00:00.004-07:002022-07-02T15:38:42.062-07:00El trueque perfecto.<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><i style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD32dw2w50TGIiw5z42kpVyf776yCYYcK-9NtOKs1OWSaLhAuUtMDDVh5z-6FMnsEp1QDI4l7NIZw-JFw5oBl6-TEUaS07XMJn3SGmKjEIWCD7-_P0IdLwflDkdlPUDsNqz7wDy3YlxlR_7pts0DDIAA2sHKqj_Epatca765wVIFf5WrDlSNYt1n3f/s944/msdlf.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="617" data-original-width="944" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD32dw2w50TGIiw5z42kpVyf776yCYYcK-9NtOKs1OWSaLhAuUtMDDVh5z-6FMnsEp1QDI4l7NIZw-JFw5oBl6-TEUaS07XMJn3SGmKjEIWCD7-_P0IdLwflDkdlPUDsNqz7wDy3YlxlR_7pts0DDIAA2sHKqj_Epatca765wVIFf5WrDlSNYt1n3f/s320/msdlf.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Trascendió extraoficialmente
que, en reunión celebrada entre la gobernadora del Estado, Indira Vizcaíno
Silva, el secretario general de la Sección 39 del SNTE, David Hernández Viera y
los integrantes del comité sindical, habría sido solicitado discretamente a
la titular del ejecutivo estatal que estos últimos dispongan de una comisión
que les permita separarse de los cargos que actualmente ejercen en sus centros
escolares. Sin dar respuesta, la gobernadora turnó el asunto a otras instancias.</div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Mal hace el
sindicato en realizar tal petición a la mandataria. Quienes aspiraron a ocupar
tal cargo eran sabedores de las condiciones que implicaría su ejercicio. El
artículo 101 de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y
los Maestros no deja lugar a dudas: “las personas que decidan aceptar el
desempeño de un empleo o cargo que impidan el ejercicio de su función en el
servicio público educativo, deberán separarse del mismo, sin goce de sueldo,
mientras dure el empleo o cargo”. Es decir, lo que se habría solicitado a la
gobernadora estaría al margen de la ley. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Además del incumplimiento
legal y el sobregasto que implicaría para el erario, hay algo que también
preocupa desde la arena política. En la reciente campaña electoral sindical se
criticó a quienes, en otros periodos, incumplieron desde el comité el artículo
78 de la entonces vigente Ley General del Servicio Profesional Docente,
prácticamente idéntico al artículo señalado en el párrafo anterior. Se
ejercieron los cargos sindicales, sin la separación mandatada, y, se especuló,
esa fue una de las razones por las que las manos estuvieron atadas ante los
agravios nacionales y locales. Favores con favores se pagan. Así, la solicitud
implicaría un riesgo grave ante una eventual tensión de las relaciones entre
patrón y trabajadores. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Quizá quien
escribe estas líneas peca de mal pensado y le busca tres pies al gato. Se aleja
de todo realismo y maliciosamente soslaya que para los tan abundantes e
importantes asuntos que los cargos comprenden, se requiere una considerable
dosis de tiempo: ¿a qué hora un docente que trabaja dos turnos atenderá a sus
colegas? Quizá también, viendo moros con tranchetes, deduce a partir de la
solicitud un arreglo de ventajas mutuas, con un costo-beneficio ampliamente
favorable para la parte patronal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Considerando
pues que los razonamientos anteriores son equivocados o hasta malintencionados,
el fin de la solicitud a la gobernadora en todo caso no sería equivocado, pero sí
el camino para alcanzarlo: la concesión. Si bien es más rápida, también es más
riesgosa. El medio más seguro, sin embargo, sería también más largo: la
modificación del artículo citado de la ley que rige el servicio magisterial.
Quitar, desde la trinchera legislativa, los candados para el ejercicio de
cargos como los que se ostentan y, ya en la tarea, proponer las acotaciones
pertinentes para evitar situaciones que, aunque legales, no son deseables, como
la eternización en tales puestos. Será una tarea ardua argumentar por qué las
disposiciones actuales son inadecuadas. Se debe aprovechar, para tal efecto,
que el sindicato es, según sí mismo, el “ejército intelectual” de la mayor
fuerza política del país. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La
solicitud equivaldría pues, para el gremio, a colocar nuestra propia ratonera,
ponerle el queso también e ir gustosos por él. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizá la ratonera dejaría a algunos disfrutar
una porción de queso, pero aplastaría con fuerza a la mayoría. En el pecado se
llevaría la penitencia. Ojalá, por el bien del magisterio, el comité sindical
demuestre en los hechos el debido ejercicio de los cargos sindicales y que lo
expresado en este texto se ha basado en rumores infundados. Que las comisiones sindicales no estén patrocinadas por nadie: en caso de separarse de sus cargos de origen, demostrar públicamente la renuncia al sueldo correspondiente. Ojalá no se pida a la
gobernadora nada al margen de la ley. Sería un vicio de origen del recién
formado comité sindical. Sería el trueque perfecto… pero para el patrón.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-38066780408281996252022-06-28T21:07:00.002-07:002022-06-28T21:23:01.783-07:00¿El ciclo escolar más difícil?<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPnx6dIaZirOzcIJddb-8bnbVXVKkvhltYEnEKAYIaI4en198MSDZ9KncvQHFEgDP5AB6QiDgKS4sqQCGZ5f8-WIdDygomtyr6p8NMR1Fn9FC97y9sQj-KyscG9Spjxy42F9n222XHtZ52YNECWIHOfr2cacMhxrMfdWq_Au8RhutBHH5DyRb3NOk8/s720/1579264345_014526_1579264425_noticia_normal_recorte1.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="405" data-original-width="720" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPnx6dIaZirOzcIJddb-8bnbVXVKkvhltYEnEKAYIaI4en198MSDZ9KncvQHFEgDP5AB6QiDgKS4sqQCGZ5f8-WIdDygomtyr6p8NMR1Fn9FC97y9sQj-KyscG9Spjxy42F9n222XHtZ52YNECWIHOfr2cacMhxrMfdWq_Au8RhutBHH5DyRb3NOk8/s320/1579264345_014526_1579264425_noticia_normal_recorte1.jpg" width="320" /></a></div><br />Educar siempre ha sido una tarea
compleja, pero quizá para muchos docentes colimenses el ciclo escolar 2021-2022
pueda ser recordado como uno de los más difíciles, si no el que más. Condiciones
económicas, laborales, sociales, sanitarias, organizativas y políticas formaron
un coctel que ha indigestado a las escuelas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Una primera dificultad tuvo que ver
con lo sanitario. Las medidas implementadas en las escuelas trajeron consigo
que la asistencia del alumnado se limitara. Los aislamientos de casos
sospechosos y confirmados y el temor a la infección se reflejaron en las listas
de asistencia de los grupos. La ola de contagios trajo consigo, sobre todo en
las fases más agudas de la pandemia, ausencia de personal escolar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Otra ola, pero de violencia y
tragedias, ha tenido efectos negativos en la actividad educativa colimense. El miedo y
las amenazas han mermado la asistencia y la matrícula escolar en las zonas de
mayor inseguridad. Se han tenido que implementar no sólo simulacros ante
balaceras sino protocolos de cierre forzoso. Por si fuera poco, ante la crisis
referida, el apoyo que esperarían las escuelas ha sido insuficiente: “que cada
director decida”, fue la respuesta de la máxima autoridad educativa. No es un
secreto que el miedo es un adversario del aprendizaje. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La situación económica de los
planteles también fue desfavorable.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las
arcas escolares se encontraban, en muchos casos, vacías cuando se tuvieron que
absorber los gastos que implicaba la preparación del protocolo sanitario y el
acondicionamiento de un edificio abandonado por casi dos años.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La asistencia por subgrupos durante buena
parte del ciclo escolar implicó que los ingresos se redujeran. El sostenimiento
dependió en una amplia proporción de las aportaciones voluntarias de los padres
de familia. Aunque no les espanta la austeridad, las escuelas tuvieron que
apretarse aún más el cinturón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Pocas veces la infraestructura
educativa colimense había sido víctima de tantos robos y destrozos. La
reanudación de la actividad presencial se retardó debido a las malas
condiciones físicas de las escuelas. Muchas quedaron sin agua o electricidad.
La atención de las autoridades se fue dando a un ritmo incomprensiblemente
lento y, en muchos casos, nuevamente fueron los padres de familia y hasta los
maestros los que terminaron costeando las reparaciones. Existen centros
escolares que siguen reclamando la intervención de las autoridades. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En el aspecto organizativo, el apetito
de las autoridades por solicitar a las escuelas datos y documentos parece que
se recargó. Se duplican solicitudes de información: registrar la asistencia
diaria del alumnado a la autoridad local, pero también a la federal; de igual
manera, a las supervisiones escolares los casos de COVID-19, aunque éstos hayan
reportados a la plataforma de control escolar. Informes de evaluaciones de
aprendizajes, que seguramente están arrumbados en alguna oficina, también han
sido requeridos quién sabe para qué, sin generar algún tipo de
retroalimentación o seguimiento. Es un enigma, en muchos trámites y solicitudes
de información, su justificación: pareciera que se pide por pedir.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">En lo pedagógico, la vuelta presencial
a las escuelas ha significado el momento de constatar el impacto de la pandemia
en los aprendizajes. En muchos casos la pantalla engañó, ofreció una ilusión de
éxito que se derrumbó al primer soplido en las aulas. El desfase entre el grado
escolar y el logro de aprendizaje se incrementó. Hoy no es raro encontrar a
docentes de primaria alta enfocados en la alfabetización inicial. La heterogeneidad
de los niveles de aprendizaje de los alumnos de un mismo grupo propició que el
reto pedagógico creciera sustancialmente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde el punto de vista de las
políticas educativas, las medidas de asistencia voluntaria y no reprobación,
aunque en su momento tuvieron justificación, han traído efectos adversos para
la escuela. Para algunos padres de familia tales disposiciones han representado
la posibilidad de desentenderse de obligaciones elementales. Pareciera, ya con
el paso del tiempo, que las medidas referidas debieron contar con una
advertencia elemental: nada con exceso, todo con medida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Por si fuera poco, ante este rosario
de adversidades, debe citarse a una mayor: los problemas de pago al magisterio.
Aunque ya es una desafortunada y dolorosa tradición que docentes de Inglés o de
Telebachilleratos sufran, año con año, intermitencias salariales, en este ciclo
escolar se sumaron los profesores del sistema de sostenimiento estatal. Además
de malestar, el impago de las quincenas provocó en los docentes distracción
sobre su labor pedagógica, así como, en algunos casos, paros aislados en los
centros escolares. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Se remó a contracorriente durante el ciclo escolar
2021-2022. El desgaste del magisterio empieza a ser evidente cuando se acercan las últimas semanas de un calendario escolar cuya extensión ha sido ampliamente cuestionada. No obstante la alegría que representó el reencuentro entre la comunidad educativa durante el presente ciclo escolar, quizá la razón del descontento sobre su prolongación sea el desgaste provocado por un viaje tan accidentado como el descrito aquí. Cada docente, en su estuche de experiencias personales, podrá guardar algún periodo especialmente difícil para él, por condiciones específicas, ¿cuántos seleccionarán el presente ciclo escolar?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-58037604724008758272022-06-24T10:37:00.004-07:002022-06-24T10:37:38.685-07:00Asistencia voluntaria, promoción automática y efectos secundarios. <p> <i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinz3U37bjn4acKuMZIkc_yhnTT_CEubF78fMp6l6KrOzB1Dv3mU49qyXv6lAoZPG1GBPxjeYpzl3dViIYMHVzvDL7NkrbnqCVVVOy2eseSSEVlVtD-xdq2y73IDcZDOIJQteTwY2wjOcJ_dGmtGIFJx3Ysz3XfA6--fFv6y0HG_m7zKoP0FlCSA8UF/s857/escuela.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="497" data-original-width="857" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinz3U37bjn4acKuMZIkc_yhnTT_CEubF78fMp6l6KrOzB1Dv3mU49qyXv6lAoZPG1GBPxjeYpzl3dViIYMHVzvDL7NkrbnqCVVVOy2eseSSEVlVtD-xdq2y73IDcZDOIJQteTwY2wjOcJ_dGmtGIFJx3Ysz3XfA6--fFv6y0HG_m7zKoP0FlCSA8UF/s320/escuela.jpg" width="320" /></a></div><br />Un padre de familia llegó a una
escuela primaria urbana en el centro de la ciudad para solicitar inscribir a su
hijo. Al ser atendido por el director del plantel y ser cuestionado sobre el
grado solicitado, el padre del menor titubeó. Dijo un grado, luego otro, hasta
terminar por confundirse y ser incapaz de dar una respuesta certera. La
situación anterior quizá pueda relacionarse, entre otros factores, con dos
medidas que se han implementado en los últimos ciclos escolares, con motivo de
la emergencia sanitaria: la asistencia voluntaria y la promoción automática. Quizá
desde las oficinas no se perciba, pero desde las escuelas se observa que ha
acrecentado el desentendimiento de las obligaciones escolares de algunos padres
de familia. <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Por disposición del acuerdo 23/08/21,
si bien se reanudó el servicio presencial en los planteles, el ciclo escolar
2021-2022 se desarrolló dando la posibilidad a los padres de familia de,
voluntariamente, optar por no llevar a sus hijos a la escuela. Además, todo
parece indicar que, por tercer ciclo escolar consecutivo, los estudiantes de
educación básica serán promovidos automáticamente. No se puede negar que, en su
momento, la asistencia voluntaria y la promoción automática tuvieron justificación,
pero vale la pena reflexionar sobre las repercusiones de estas dos medidas dada
su aplicación tan prolongada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Delfina Gómez Álvarez, secretaria de
Educación, expresó en diciembre del año pasado que habían regresado a las
escuelas, de manera presencial, 24,063,286 alumnos en 196,524 escuelas de todo
el país. Si se toman como referencia la matrícula oficial de educación básica
del ciclo anterior (35,588,589 alumnos), una tercera parte del alumnado
continuó, en el mejor de los casos, estudiando desde casa, si no es que algunos
truncaron su trayecto escolar. Es imposible saber cuántos de éstos se
encontraban voluntariamente en su hogar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La asistencia voluntaria fue
determinante para disminuir las tensiones al reabrir los planteles escolares,
siendo una medida implementada no sólo en México sino en diversas regiones del
mundo para promover un regreso gradual. Sin embargo, valdría la pena analizar
las repercusiones de su aplicación tan extensa. ¿Por qué no reanudar la
obligatoriedad del envío de los hijos a la escuela cuando las autoridades de
salud han señalado una y otra vez que ésta no representa un espacio de riesgo
sanitario o cuando se ha dicho ya que el COVID-19 llegó para quedarse? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Las autoridades educativas han caído
en una contradicción al intentar recuperar la matrícula escolar: exigen a
directivos y docentes acciones para revertir el abandono escolar, incluso
mediante visitas domiciliarias, mientras sigue siendo voluntario estar o no en
la escuela. Sin soslayar los estragos económicos y sociales que la pandemia ha
dejado y que indudablemente han menguado las posibilidades de ir a estudiar,
parecería lógico suponer que el primer paso para recuperar al alumnado es
reanudar la obligatoriedad presencial. Lejos estamos de que los porcentajes de
asistencia escolar, como en lineamientos de evaluación anteriores, sean
considerados como requisito mínimo para la acreditación de un grado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Por otra parte, la promoción
automática evitó que se agudizaran problemas como la repetición escolar o la
extraedad grave. Sin embargo, es necesario revisar si tal media ha contado con
estrategias efectivas para que, en cambio, se pueda hablar de una promoción
acompañada. El periodo de regularización de tres meses al inicio del ciclo
escolar, propuesto por la autoridad educativa federal, fue insuficiente. Pareciera
que se minimizó el impacto de la pandemia en los aprendizajes, pues la
secretaria de Educación aseguraba que era posible realizar actividades
remediales a la par del desarrollo de los programas escolares de cada grado. Queda
la incógnita si la práctica pedagógica en las aulas realmente privilegió los
aprendizajes fundamentales y si hubiera resultado útil la generación de un
currículum mínimo para efectos de regularización. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No se intenta decir que la reprobación
sea el remedio para los problemas de aprendizaje, pues varios especialistas
advierten sobre lo inadecuado de esta acción. Tampoco se sugiere, por más
ingenuo que parezca, que la asistencia diaria borraría el impacto de la
pandemia en las condiciones del alumnado para aprender. En su momento, sobre
todo cuando la enseñanza remota era generalizada, ambas medidas resultaban
necesarias. Sin embargo, a la fecha, hay elementos para señalar que dejaron de
tener pertinencia en los últimos meses. Es importante que la continuidad de
ambas disposiciones dependa de la perspectiva de quien puede distinguir con
mayor claridad sus efectos reales: el docente de grupo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-104823739893903892022-06-18T08:27:00.001-07:002022-06-18T08:27:31.950-07:00¿Cuál unidad?<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcZsysIIY7gLLxa-EHbmuCNLrsx05xWVCPj48E90goc83HzZpuGAHc8c8McLD75KEXC8RjAh7ap7gNjdz0EexNzm6FikJG1CjT7FuN9BUEtAOKZZ_SXQMQQIupUMizZVAtcwekUZsARPHHuhHl9V1uhxwgaPWeG1vQfFe0gNhv94zWaqhd5bvrwsv6/s728/Imagen1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="405" data-original-width="728" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcZsysIIY7gLLxa-EHbmuCNLrsx05xWVCPj48E90goc83HzZpuGAHc8c8McLD75KEXC8RjAh7ap7gNjdz0EexNzm6FikJG1CjT7FuN9BUEtAOKZZ_SXQMQQIupUMizZVAtcwekUZsARPHHuhHl9V1uhxwgaPWeG1vQfFe0gNhv94zWaqhd5bvrwsv6/s320/Imagen1.jpg" width="320" /></a></div>Es la luna
de miel posterior a la elección sindical del magisterio estatal colimense.
Todos se abrazan. Se idealizan personajes. Se magnifican o hasta inventan
virtudes. El futuro es tan promisorio que el bienestar pareciera estar justo a
la vuelta de la esquina. Se tiene la fórmula para recuperar la grandeza. Y
entonces, en la entusiasta celebración predomina una idea entre los agremiados:
es el momento de “cerrar filas”, dicen unos, es tiempo de retomar “la unidad”, complementan
otros. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Hoy la
unidad es el asunto central de abundantes discursos. No es que se le menosprecie
ni que, en cambio, se promueva la división y el individualismo, pero eso a lo
que llaman unidad se le ha romantizado, distorsionado y atribuido poderes que
está lejos de poseer. Perversamente se ha entendido más como sometimiento y
silencio. Hace algunos años, el comité que está por concluir su encargo
promovía el lema “unidos nadie cae”. Y hubo caídas de las más dolorosas. La
unidad, en sí misma, como ha sido desdibujada, no es garantía de nada. Sobran
los ejemplos. La unidad verdadera es una consecuencia y, por el contrario, la falsa
es una simple frase alegre. ¿Tiene claro el magisterio por cuál se está
clamando?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La unidad
no sucede porque sí. No basta con tener problemas y fines comunes. Ni “conocernos
todos”. Tampoco tener las mismas autoridades. No es casual, se construye de a
poco. Una verdadera unidad parte de compartir valores: en los últimos tiempos, por
ejemplo, pareciera que hay una diferencia muy marcada entre la cúpula y la base
sobre lo que es justo y lo que no. Por eso caló que, tras tantas
injusticias y afrentas a la dignidad del magisterio, se haya asegurado que “no
se ha perdido mucho”. Se debe emparejar, en los hechos, los criterios éticos de
todo el gremio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La unidad
se asienta también en la credibilidad y, tras los agravios recientes y la pasividad,
muchos dejaron de creer en los comités sindicales recientes que, por cierto,
heredan a más de una docena de sus miembros a la planilla ganadora. Nadie puede
negar la decepción generalizada que inspiró, en los últimos años, la política
sindical. Es pues un desafío sacudirse con acciones las fundadas sospechas de
continuidad y con esto recuperar la confianza del magisterio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Se ha
confundido a la unidad con una supuesta institucionalidad que implica obedecer
ciegamente a quien está al mando, sin cuestionar nada. Se ha entendido que se
debe basar en una paciencia infinita y, quizá por eso, hasta hoy, ninguna gota
haya derramado el vaso a pesar de las graves afrentas de los últimos años. Estar
unidos erróneamente se ha entendido como sinónimo de tolerar y aprobar los más
graves yerros, algunos de ellos descaradamente intencionales. Una unidad cimentada
en la memoria de los “favores”, pero en la desmemoria de las traiciones. Forjada
en la lealtad más hacia las personas que hacia los principios. ¿Eso es
realmente unidad? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No debe
olvidar que justo cuando, en el propio recinto magisterial, se adulaba a un
gobernador que tenía su rodilla sobre el cuello del profesorado, se entonó el
tradicional grito de guerra sindical: “¡Unidad, unidad, unidad!”. ¿Es esa la
unidad que se busca el día de hoy? ¿La que se repite mecánicamente? ¿La que
adorna los discursos? Bien haría el magisterio en alejarse de deseos y
proclamas superficiales y, en cambio, pugnar, por el bienestar propio, que la
unidad se haga realidad en su sindicato. Que no sólo repita "unidad", sino que antes se pregunte: ¿Cuál unidad? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85</span></i></p><p></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-75328187446205747962022-06-04T12:46:00.002-07:002022-06-04T13:02:29.306-07:00Nos quitaron tanto, ¿hasta el miedo?<p><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMyyzWaO-STKiCBAV_8-rnYgE0g0Inf1c2ozhMQKPV8PX44BkfrLA0Kap2XVGQQp6dfclGYUljxrAATFIh4dNHex7GMO-b1UVXg58aqMe1ibzp7g5EWwXGXunb5ID24RY5bUWhbXrmZO3mszxh1ywXuuUdcheBEZvyzSiCpTxuyyqXRm4Fa-SCi0TC/s583/mldfmsl.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="446" data-original-width="583" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMyyzWaO-STKiCBAV_8-rnYgE0g0Inf1c2ozhMQKPV8PX44BkfrLA0Kap2XVGQQp6dfclGYUljxrAATFIh4dNHex7GMO-b1UVXg58aqMe1ibzp7g5EWwXGXunb5ID24RY5bUWhbXrmZO3mszxh1ywXuuUdcheBEZvyzSiCpTxuyyqXRm4Fa-SCi0TC/s320/mldfmsl.jpg" width="320" /></a></div><br />Nos quitaron, manoseado y quebrado,
nuestro antiguo instituto de pensiones. Lo sustituyeron por uno que, dijeron,
sería eficiente y garantizaría el bienestar de muchas generaciones de maestro,
aunque no termina por asegurar siquiera el de las más inmediatas. Dijeron que este
nuevo instituto tendría dientes contra aquellos que se atrevieran a incumplirle,
pero a la fecha la deuda del patrón sigue creciendo impunemente. Dijeron también,
cuando celebraron en el Congreso y gritaron eufóricos “¡sí se pudo!”, que a
través del nuevo instituto finalmente se harían realidad añejos anhelos como
servicios de guardería y créditos hipotecarios dignos. Hasta hoy, no se asoman,
ni en el horizonte más lejano, beneficios como los mencionados. <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Nos quitaron médicos y medicamentos. Una
y otra vez los maestros salieron con las manos vacías al requerir los
medicamentos para ellos y sus familias. Una y otra vez pagaron consultas y
estudios. La eterna respuesta, la de las mesas de negociación con el gobierno,
jamás rindió frutos. Con justa razón ante los interminables adeudos, muchos
médicos, clínicas y laboratorios fueron abandonando el servicio que brindaban a
los profesores. Otros más limitaron las atenciones. Los docentes tuvieron que
sortear en la incertidumbre el peor escenario sanitario que se recuerde. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Nos quitaron poder adquisitivo. Se
aplaudieron raquíticos aumentos que ni siquiera han servido para hacerle frente
a la inflación. Por si fuera poco, a nivel local, las deducciones derivadas de
la nueva ley de pensiones se comen una parte
cada vez mayor de las percepciones de los trabajadores. Se toleraron las
intermitencias de los programas de incentivos a través de la promoción
horizontal, así como sus reducidos presupuestos. No parece importar tampoco que
en la Normal de Colima los profesores lleven más de una década sin poder
acceder a los procesos de homologación a los que por ley deberían tener
derecho para mejorar sus ingresos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Por si fuera poco, se atrevieron a quitarnos
nuestro pago, el derecho más sagrado de cualquier trabajador. Lo hicieron ante
la mirada complaciente de quienes deberían haber estado en primera línea
batallando ferozmente contra el patrón desobligado. Lo hicieron mientras se dejaba
a su suerte a la base y se respaldaba, sólo de palabra, las desesperadas acciones
aisladas que se emprendían ante la indignante situación. Nunca se escuchó a la
base en su deseo de tomar medidas enérgicas inmediatas. Se secundaron las auto
absoluciones que, con cinismo, repitió el deudor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Nos quitaron a un comité sindical
cercano a las escuelas. Las visitas a los centros de trabajo fueron cada vez
menos frecuentes, quizá porque en cada una se encontraban justos reclamos y se
olfateaba en el ambiente decepción y rechazo. No son pocos los trabajadores de
la educación que han referido que ni las llamadas telefónicas les tomaban los comisionados
sindicales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Nos quitaron la unidad sindical. Justo
en la peor crisis laboral de la que muchos tengan memoria, mientras en el
discurso oficial se apelaba a la unidad del gremio, diversos miembros del
comité aprovecharon la dolorosa situación para llevar agua a su molino en sus
aspiraciones sindicales. En voz baja, comisionados criticaban el actuar del
secretario, pero no tuvieron el valor de desvincularse del penoso ejercicio
que, les guste o no, es responsabilidad de todo el comité sindical. Muchos se
bajaron del barco ante el inminente hundimiento. Se dice, sabiamente, que la
derrota suele ser huérfana. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ojalá, después de este vendaval de arrebatos,
no le hayan quitado la memoria al magisterio y pueda identificar a aquellos que
piden una segunda, tercera o hasta cuarta oportunidad para, ahora sí, dicen,
actuar conforme a la importancia del encargo y recuperar lo que ellos mismos fueron
perdiendo de a poco. Esos mismos que, en alguna ocasión, literalmente se convirtieron
en porristas del gobernador: si el lector se acerca al auditorio Crispín Ríos
Rivera, quizá con atención pueda seguir escuchando el muy vigoroso e igual de
vergonzoso “¡Nacho!, ¡Nacho!, ¡Nacho!”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Que el botín de no se hayan llevado la
lucidez y la objetividad del magisterio, tan necesaria para distinguir entre la
lealtad hacia el sindicato y el respaldo a un comité que deja, para muchos, un
legado plagado más de lamentos que de satisfacciones, un comité que reconoce
haber echado por la borda la grandeza del sindicato. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Ojalá, eso sí, en el botín de la rapiña se haya ido el miedo. Que ni las sutiles amenazas a través de
llamadas telefónicas eviten que el magisterio ejerza libremente su derecho al
voto. Que se despoje de esas cadenas construidas por un chantaje disfrazado de gratitud. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Que se tenga el valor para
expresar en las urnas lo que, de acuerdo a la percepción de cada trabajador,
conviene más al bienestar colectivo. Ojalá, en esta oportunidad histórica, se
haya perdido el miedo. Que sea lo mejor para el magisterio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-25885637453859495182022-05-16T22:01:00.000-07:002022-05-16T22:01:16.729-07:00Ni maestros de primera, ni maestros de segunda.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Rogelio
Javier Alonso Ruiz*<o:p></o:p></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWAC2DCFDgw8WyEMa61huxl4jUAc0DUDhdOXa8JLQnwX-VfUmTe-9Ui1I1PoZEGGHEgMHV9qDqt3IN9SKCSmZ11G2WDkR1Qt-bicUAJqJdxV36Q_qKtJZEOPjuWQtO5gqa60DR6vT0BK4lpwxU_CzW6htPkY7R10bFjRqq5Aa7ZjnNXahQBwxlGrg5/s640/maestros.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="640" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWAC2DCFDgw8WyEMa61huxl4jUAc0DUDhdOXa8JLQnwX-VfUmTe-9Ui1I1PoZEGGHEgMHV9qDqt3IN9SKCSmZ11G2WDkR1Qt-bicUAJqJdxV36Q_qKtJZEOPjuWQtO5gqa60DR6vT0BK4lpwxU_CzW6htPkY7R10bFjRqq5Aa7ZjnNXahQBwxlGrg5/s320/maestros.jpg" width="320" /></a></div><br />La mañana del 15 de mayo, en evento para
celebrar el Día del Maestro, la secretaria de Educación, Delfina Gómez Álvarez,
anunció un incremento salarial diferenciado en función de las percepciones de
los docentes. Al día siguiente, en la conferencia matutina presidencial, se
detalló que, además de un incremento generalizado de 3.5% en salario y 1.8% en
prestaciones, se otorgaría un 1% más al salario y, adicionalmente, 3%, 2% o 1%
para aquellos grupos de maestros con ingresos más bajos (menos de $10,000, de
$10,000 a $15,000 y de $15,000 a $20,000, respectivamente). En suma, los
profesores de menores ingresos podrían aumentar su salario hasta 7.5%. <o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El incremento salarial diferenciado
provocó reacciones muy diversas. Algunos aplaudieron el hecho de que se busque
reducir las brechas entre los mayores y menores ingresos de los profesores. En contraparte,
llama la atención que un sector del magisterio, a través de redes sociales, haya tachado los aumentos
diferenciados como injustos, no por insuficiencia, sino por su focalización. Entre
los argumentos esgrimidos al respecto, se entrevé una idea desvirtuada del
mérito: “¿Cómo a esos que nunca han pasado un examen les van a elevar su
sueldo?” parecen preguntarse muchos con asombro e indignación. Así pues, el
aumento para quienes menos ganan se observa como una afrenta para los que a
través de esquemas de promoción horizontal o vertical han accedido a mejores
salarios. Un premio a la mediocridad, dicen otros. Los argumentos no son muy
lejanos de aquellos empleados para descalificar los apoyos otorgados a
los jóvenes sin estudio y empleo: dinero “regalado”. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Son correctas las afirmaciones del
párrafo anterior? ¿Hay una manifiesta falta de interés o capacidad de quienes
menos ganan? ¿Han sido suficientes los presupuestos de promoción horizontal de
los últimos años para abrigar a todos los profesores que se preparan y realizan
su trabajo adecuadamente? ¿Deben ser los esquemas de promoción horizontal la
única llave para un salario digno? ¿Han sido adecuados, en todo caso, sus
mecanismos para seleccionar a quienes merecen una mejora salarial? ¿Es del todo
despreciable una política de nivelación de salarios? ¿Hablamos de equidad sólo
de dientes para afuera? Respuestas a preguntas como las anteriores deberían
servir para matizar los juicios sobre la focalización de los aumentos. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De acuerdo a las cifras presentadas, serían
957,035 docentes, de los poco más de 2 millones que conforman el Sistema Educativo
Nacional, en todos sus niveles, los que se harían acreedores a incrementos
diferenciados. Es decir, la medida abarca a casi la mitad del universo de
docentes, mientras que a tres cuartas partes del magisterio de educación
básica. Con los aumentos anunciados, ese casi millón de profesores se acercaría,
al menos un poco, a las percepciones del resto de maestros del país. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si bien las reflexiones anteriores no
intentan desviar la atención sobre la suficiencia o insuficiencia de los
últimos incrementos salariales o el nivel de percepciones de los docentes en
relación al de otros países, sí ponen de manifiesto que ha permeado en parte del
magisterio mexicano una idea desvirtuada de mérito que busca condicionar
ingresos mínimos dignos a la participación en sistemas selectivos de promoción
(cuya eje es la aprobación de un examen), que no combaten de fondo, sino que maquillan,
la precarización de las condiciones salariales del magisterio. Sacan a la luz
también, en algunos casos, el individualismo que prevalece sobre el interés
colectivo.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Desde luego que es necesario seguir
exigiendo mejoras salariales para el magisterio. Lo otorgado hasta hoy
seguramente seguirá siendo insuficiente para brindar condiciones salariales
dignas al profesorado o para acercarnos a los niveles de otras regiones. Se
requiere poner a prueba, con datos reales, la revalorización del magisterio que
tanto se ha mencionado en los discursos oficiales. Pero que esas exigencias no
caigan en la legitimación de los sistemas selectivos de promoción como única
vía de acceso a ingresos dignos. El bienestar salarial del magisterio no puede ser
excluyente y depender de aprobar un examen. Que el mérito mal entendido y el
individualismo no lleven a la desunión y a formular prejuicios, ni a suponer
que existen maestros de primera y de segunda. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></i></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-45070004262658186222022-04-26T19:40:00.001-07:002022-04-26T19:40:56.037-07:00Alto a la desinformación: no habrá dieces regalados. <p><i style="text-align: justify;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIxzI64teOmwqWIXIchpdedK2NQWy4Ch2oyaJOf8iQGf1aG0vtOWhk78l72kE8lrOyiGc_AEPC-eM4HI8HJooRdc3Eg9dp5K2Yj1X0aOZOtLXTSPqHE7CReCmdYYR0n1XLgUDUxREbtKVQd2rxI7I51B54hAIR34d3-tXk22oQMIsWVkFyqhL92x6d/s400/buenas%20calificaciones%20examen%20test%20notas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="400" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIxzI64teOmwqWIXIchpdedK2NQWy4Ch2oyaJOf8iQGf1aG0vtOWhk78l72kE8lrOyiGc_AEPC-eM4HI8HJooRdc3Eg9dp5K2Yj1X0aOZOtLXTSPqHE7CReCmdYYR0n1XLgUDUxREbtKVQd2rxI7I51B54hAIR34d3-tXk22oQMIsWVkFyqhL92x6d/s320/buenas%20calificaciones%20examen%20test%20notas.jpg" width="320" /></a></i></div><i style="text-align: justify;">Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Poco más de una centena de académicos
y personajes de la vida pública firmaron un manifiesto titulado “En defensa de
la educación” (t.ly/HHpK), en el que expresan su preocupación sobre los riesgos
que advierten en la propuesta de marco curricular presentada por la autoridad
educativa federal. Ya algunos de los postulados del manifiesto han encontrado
eco en diversos medios de comunicación. Pese a lo sano para el debate que
resulta que un grupo tan abundante se reúna a conformar una crítica hacia un
asunto de interés nacional, no se puede soslayar que el escrito producido tiene
algunas imprecisiones. Una de ellas tiene que ver con la evaluación. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El manifiesto señala categóricamente que
“el maestro no evaluará a los alumnos con exámenes ni pondrá calificaciones,
los alumnos se calificarán a sí mismos”. Tal afirmación pudiera servir de
inspiración, para quienes no estén muy adentrados en el acontecer escolar, para
formar escenas extrañas en la imaginación: profesores entregando a sus
estudiantes las boletas de calificaciones para que las llenen a su antojo. Puros
dieces, hasta para los que se fueron de pinta o se dormían cada clase. Una
invitación, a través de la negligencia en las prácticas evaluativas, a la
mediocridad académica. Sin embargo, lo que plantea el bosquejo de marco
curricular es muy distinto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Si bien la propuesta curricular señala
que “no se evalúa para emitir una calificación” (DGDC, 2022, p. 70) también contempla
“el otorgamiento de calificaciones” (DGDC, 2022, p. 71). La aparente contradicción
es fácil de resolver: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la asignación de
notas corresponde a un proceso denominado acreditación (cuya existencia no está
amenazada, por cierto), mientras que la valoración y mejoramiento del proceso
concierne a la evaluación; el marco curricular enfatiza que estas dos acciones
corresponden a “dos momentos diferentes” (DGDC, 2022, p. 70). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">No hay razón pues para suponer que los
docentes se abstendrán de otorgar notas, pues el plan de estudios considera que
“calificaciones y certificados [se emitirán] de acuerdo con el juicio que hagan
maestras y maestros de todo el proceso” (DGDC, 2022, p. 71). El hecho de que
los estudiantes, a través de la evaluación, “participen en la interpretación de
sus propios avances” (DGDC, 2022, p. 71) no significa que arrebaten de los
docentes la facultad de determinar la acreditación. Parece pues que no hay una
base sólida para afirmar que los alumnos se encargarán de esta tarea mientras
los profesores se desentienden de la misma. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sobre la supuesta extinción de
exámenes, el marco curricular no desaconseja su uso, simplemente previene sobre
su insuficiencia como evidencia única de aprendizaje (DGDC, 2022, p. 154). Recomienda,
por lo tanto, la utilización de “diversos métodos e instrumentos” (DGDC, 2022, p.
71). Lo propuesta de plan de estudios condena en cambio a las pruebas
estandarizadas de gran escala, pero esto no debería entenderse como una
satanización de los exámenes en sí mismos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">¿Por qué los signatarios del
manifiesto incurrieron en una aseveración sin fundamentos que quizá intenta
sugerir un menosprecio por la evaluación en el aula? ¿Realmente los errores
pasaron desapercibidos frente a tantos ojos? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El marco curricular (como
planteamiento que es) no desalienta la evaluación. Al contrario. Advierte su
importancia como mecanismo para el acompañamiento, la retroalimentación y el
mejoramiento de los aprendizajes. Promueve un enfoque formativo, así como
procedimientos e instrumentos que impliquen la participación y el diálogo entre
evaluados y evaluadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Los argumentos presentados en este
escrito no pretenden interferir con la necesaria crítica hacia la propuesta curricular
del gobierno federal, ni negar las áreas de mejora que presenta. Sin duda se
requieren ideas para su enriquecimiento, pero éstas no pueden surgir de interpretaciones
flagrantemente imprecisas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></i><i>*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. </i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Marco curricular y
plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana.</i> México: autor. <o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6337852588348604298.post-47998815847885164792022-04-23T21:29:00.002-07:002022-04-23T21:29:56.014-07:00Alto a la desinformación: los grados escolares no desaparecen. <p><i style="text-align: justify;"></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioSTcDYSh0_Kx8Cj32nA1fpNErBehknoa7X8zP5I1Zpg_svMdnnUAT5KrvSOKKXrt6lwkHj43VRl6GiF9C9VISMhvYppXcdzmbcrDvzJ5JJ2VZ3Cka0gA33GamSZhYQegAiz9D8ID51YWFLsJV4cB7-vAjOnAUlaIPK6rhE4kBzY0TvTDdRZu1Wm4p/s1032/esc.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="581" data-original-width="1032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioSTcDYSh0_Kx8Cj32nA1fpNErBehknoa7X8zP5I1Zpg_svMdnnUAT5KrvSOKKXrt6lwkHj43VRl6GiF9C9VISMhvYppXcdzmbcrDvzJ5JJ2VZ3Cka0gA33GamSZhYQegAiz9D8ID51YWFLsJV4cB7-vAjOnAUlaIPK6rhE4kBzY0TvTDdRZu1Wm4p/s320/esc.jpg" width="320" /></a></i></div><i style="text-align: justify;"><br />Rogelio
Javier Alonso Ruiz*</i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El pasado 23 de abril de 2022, el
periódico El Universal emitió una nota referente a la propuesta de marco
curricular que se encuentra aún en construcción. En el encabezado se leía “SEP
va por desaparecer grados escolares, especialistas ven ocurrencia” (t.ly/Q8L4).
Pese al título, éste no encuentra sustento siquiera en los expertos cuyas ideas
dieron contenido al texto, pues incluso uno de ellos advierte que actualmente
la consolidación de aprendizajes responde a un proceso comprendido en conjuntos
de grados sucesivos, situación que continúa en la propuesta curricular. Lo
anterior se ha tergiversado, atendiendo al encabezado, como un intento de
desaparición. Cualquiera con un poco de gis en las manos podría dar fe que
aprendizajes como los relativos a la alfabetización inicial formal se afianzan,
cuando menos, en los dos grados iniciales de primaria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">La idea de la extinción de grados es
tomada quizá del manifiesto “En defensa de la educación” (t.ly/HHpK), signado,
entre otros, por dos de los tres expertos consultados en la nota referida
anteriormente. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En tal documento se exponen
algunos riesgos que, de acuerdo con los firmantes, representarían los nuevos
plan y programas de estudios. Pese a que en el borrador de marco curricular
coexisten grados y fases de estudio, el manifiesto afirma que éstas sustituirán
a los primeros. No bastó tampoco que, explícitamente, la propuesta curricular
señale que la educación básica “se cursa a lo largo de trece grados” (DGDC, p.
151). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Si en el buscador de noticias de
Google uno teclea “SEP grados”, aparecerán cuando menos, a la fecha de
publicación de este escrito, una decena de notas de diferentes periódicos que
hacen eco de la supuesta extinción. Hubo incluso un dirigente nacional de un
partido político que expresó su preocupación ante el asunto. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Parece que quienes han publicado notas
sobre la hipotética desaparición no se han dado tiempo siquiera para
un vistazo al borrador del plan de estudios: tanto en la definición de la
estructura de la educación básica (DGDC, p. 151) como en la distribución de los
periodos lectivos de los campos formativos (DGDC, pp. 152- 154), los grados
siguen estando presentes. Asimismo, en múltiples fragmentos se hace alusión a
los mismos. La transición hacia fases tiene que ver con la organización de los procesos de aprendizaje y no con lo que erróneamente se asume como un sustitución de los grados escolares. ¿Por qué concluyen que se intentan desaparecer éstos con
la nueva propuesta? ¿Se trata de un intento deliberado por desinformar?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Desde luego que la propuesta de marco
curricular debe ser sometida a la crítica, pero ésta debe partir de un
análisis preciso de lo que establece. Los medios de comunicación tienen un
papel importante en ello. Deben ser responsables del contenido de sus notas y
no alentar a la desinformación ni al catastrofismo donde no debe haberlo. Tanto
hay por arreglar en la vida educativa del país, tanto por condenar y proponer, que lo menos que se requiere es una
crítica extraviada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Twitter:
@proferoger85<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Marco curricular y
plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana.</i> México: autor. <o:p></o:p></span></p>Rogelio Alonsohttp://www.blogger.com/profile/13300364980695121737noreply@blogger.com1