Rogelio
Javier Alonso Ruiz*
El Presupuesto de Egresos de la
Federación 2020 considera recortes en el ámbito educativo que han desatado
polémica entre la opinión pública. Una de esas reducciones corresponde al Programa
Escuelas de Tiempo Completo (PETC), al cual se le han quitado la mitad de los
recursos que recibió el año pasado. Se trata de un programa que, surgido en
2007, a una década de su creación apenas lograba cubrir al 11% de planteles de
educación básica, en los cuales se extendió la jornada escolar y, en algunos
casos, se proporcionó alimentación para los alumnos. La reducción al
presupuesto del PETC ha motivado una ola de críticas hacia el gobierno federal,
ensalzando los beneficios del programa pero también olvidando los múltiples
aspectos negativos que se le atribuyen.
Uno de los puntos controvertidos del
PETC tiene que ver con su focalización. De acuerdo al documento Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Convenios de descentralización. Resultados de su fiscalización. Cuenta pública
2017, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación se establece que
el programa deberá destinarse principalmente a “aquellas escuelas donde más se
necesite, conforme a los índices de pobreza y marginación” (ASF, 2018, p. 10). Durante 2017, el programa operó en 25,134
escuelas de educación básica, beneficiando a un total de 3,185,733 estudiantes
(ASF, 2018, p. 16). No obstante que en su quinto informe presidencial Enrique
Peña Nieto mencionó que los planteles favorecidos con este programa se ubicaron
mayoritariamente en regiones donde imperaba el hambre y los problemas sociales,
al revisar la cantidad de escuelas beneficiadas en las entidades federativas,
se advierte que no hubo una distribución equitativa del programa, pues los
estados con mayores problemas de pobreza y marginación no necesariamente fueron
las más beneficiados, en términos proporcionales.
La inequitativa distribución del
programa puede ejemplificarse tomando como referencia las dos entidades ubicadas
en los extremos del desarrollo socioeconómico en el país: Chiapas y Ciudad de
México. Mientras en la primera se benefició al 10% de sus escuelas de educación
básica, en la segunda al 19.8%; en lo referente a alumnado, sólo el 7.5% de los
estudiantes chiapanecos accedieron al programa, por 28% de los capitalinos. Se
podrán citar múltiples motivos (condiciones físicas de los planteles,
dispersión geográfica, preferencias políticas, etc.), válidos o no, pero lo
cierto es que el programa no llegó preferentemente a quienes más lo
necesitaban. Su distribución fue claramente inequitativa: ¿tienen mayor
urgencia los estudiantes capitalinos que los chiapanecos por un programa cómo
éste que busca abatir el hambre, el rezago y el abandono?
En relación al impacto del programa en
el aprendizaje de los alumnos beneficiados, existen posturas que afirman que el
PETC incide favorablemente en el aprovechamiento: un estudio de SIlveyra
(2018), señala que el programa tiene impacto favorable y significativo en el
logro académico de los alumnos en Matemáticas y Lenguaje, medido a través de
las pruebas ENLACE (Evaluación Nacional de Logos Académicos en Centros
Escolares) y PLANEA (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes), así
como en la reducción de los índices de rezago escolar grave. Por contraparte,
un informe del Gobierno de Aguascalientes (2016) sobre la aplicación del PETC
en la entidad durante el periodo 2007-2015, advierte “una contribución marginal
y poco significativa de mejora de los aprendizajes de los alumnos” (p. 24); en
particular, se observó “una mejoría promedio de 1.15% de logro académico de
ENLACE de las Escuelas de Tiempo Completo respecto de las Escuelas de Jornada
Regular” (p. 18). Así pues, parece que hay efectos positivos en el aprendizaje,
sin embargo, es cuestionable la fuerza de éstos.
Se argumenta también que el PETC es
necesario debido a que con él se cuenta con una jornada más larga que permite
atender a cabalidad el extenso programa de estudios. En este sentido, valdría
la pena cambiar la perspectiva: ¿es el tiempo de enseñanza el problema o la
amplitud de los programas? Al analizar
el tiempo de enseñanza obligatoria de los niveles de primaria y secundaria en
los países de la OCDE, durante 2014, y su relación con los resultados obtenidos
en la prueba PISA del siguiente año, se advierte que no hay una relación
directa entre el tiempo y los puntajes de los alumnos: países con pocas horas de
enseñanza obtienen buenos resultados, como Finlandia (16% menos tiempo, pero 6%
más puntos con respecto a la media del a OCDE) mientras que países con mayor
carga horaria, como Chile (carga horaria 11% mayor, puntaje 10% menor),
obtienen resultados por debajo de la media. Así pues, parece que el problema no
es el tiempo, sino la saturación de propósitos formativos que se ciernen sobre
lo que Gil Antón (2019) ha denominado “la escuela exhausta”.
Para aprender mejor no sólo basta
contar con más tiempo. Un estudio de Martinic (2015, p. 486) establece que en
Chile las escuelas con jornada extendida han logrado incrementar los puntajes
de los alumnos en pruebas de aprendizaje estandarizadas. No obstante, se
advierte que la mejora de los resultados no ha sido producto únicamente de la
ampliación del tiempo: “gran parte de los recursos de la política se han
concentrado en la infraestructura y equipamiento necesario” (Martinic, p. 488),
así como propiciar que se destinen “dos horas semanales para que los profesores
desarrollen trabajo técnico pedagógico colectivo” (p. 488). De esta manera, vale la pena preguntarse: ¿qué
tanto el PETC ha propiciado que la jornada escolar sea una experiencia novedosa
(en procesos e infraestructura) o simplemente se ha quedado en la adición de
horas a la misma?
En el debate sobre el PETC, poco o
nada se ha referido sobre un aspecto sumamente importante: el salario de los
maestros. Muchos profesores no perciben al programa como una opción atractiva
económicamente e incluso no son pocos los planteles escolares que han intentado
o logrado desvincularse del programa. En Colima, por ejemplo, durante 2017 el
sueldo base quincenal (40 horas de trabajo, en total) de un maestro de primaria
con plaza inicial era de 4,080.28 pesos. Por laborar las veinte horas
quincenales adicionales correspondientes al programa en cuestión (en su
modalidad de jornada ampliada, es decir, dos horas diarias más), los docentes
reciben una remuneración de 1,904.74 pesos. Así, se tiene que los maestros
perciben, hasta el año 2017, 102 pesos por cada hora trabajada en la jornada
regular, mientras que por la ampliada reciben 95 pesos. Si bien la diferencia
pudiera parecer poco significativa, la percepción pierde valor al no estar
ligada a otras prestaciones, aunado a retrasos en pagos como el suscitado a
principios de 2019. Asimismo, en esa entidad, los docentes no reciben siquiera un
comprobante de la compensación recibida.
Algo que tampoco se ha dicho es que el
PETC ha sido utilizado para propiciar malos manejos en las plazas docentes. Por
ejemplo, existen numerosos casos de docentes o directivos que cobrando doble
plaza de educación primaria en jornada regular (equivalente a nueve horas
diarias), trabajan sólo seis horas y media en algún plantel del PETC en su
modalidad de jornada ampliada. Desde luego, favorecer a los implicados conlleva
un sobregasto: no sólo se pagan las nueve horas del docente o directivo que
labora en una escuela de Tiempo Completo, sino que además se tienen que pagar
las nueve horas de los otros dos trabajadores que lo sustituyen en donde están
adscritas sus plazas. En total, se pagan 27 horas, cuando el gobierno podría
pagar sólo 22.5 más la compensación por PETC.
En suma, si bien existen evidencias
que el PETC incide favorablemente en los aprendizajes, es pertinente valorar la
intensidad de las mejoras para así determinar si el gasto en el programa es
proporcional a los beneficios que reporta o, en su caso, afinar su operación.
Sin duda uno de los componentes clave del PETC es la alimentación: ésta es un
gancho para la asistencia escolar y, desde luego, una condición mínima para el
aprendizaje. Valdría la pena estudiar factores clave del programa, como la
alimentación y la extensión de la jornada, para determinar cuál de ellos tiene
más impacto en la consolidación de los aprendizajes. Así, quizá en un futuro,
en vez de un programa de extensión de la jornada escolar, se pudiera hablar de
un programa de alimentación gratuita universal en las escuelas. Por otra parte,
resulta lamentable que el PETC en muchos casos haya sido empleado para el mal
manejo de plazas docentes, así como también haya sido un motivo para generar
malestar de numerosos maestros por la injusta remuneración y la falta de
transparencia en asuntos salariales. Ante la falta de mejoramiento de la
infraestructura y los procesos que el mismo programa propone, salta una duda
inminente: ¿ha sido el PETC un medio para generar experiencias pedagógicas
novedosas o simplemente para extender la duración de la jornada escolar
haciendo más de lo mismo?
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Docente
colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y de
Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de
Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter:
@proferoger85
REFERENCIAS
AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN
(2019). Programa Escuelas de Tiempo
Completo (PETC). Convenios de descentralización. Resultados de su
fiscalización. Cuenta pública 2017. México: autor.
GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS (2017). Quinto informe de
gobierno. 2016.2017. México: autor.
GOBIERNO DEL ESTADO DE
AGUASCALIENTES (2016). Evaluación
específica de resultados del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC), en su
aplicación en el estado de Aguscalientes, de 2007 a 2015. Aguascalientes:
autor. Disponible en: http://www.iea.gob.mx/webiea/P_EDUCATIVOS/TIEMPO_COMPLETO/EVALUACIONPETC/PETC-InformeFINAL%202016-08-20%20sintesis%20(1).pdf
INEE (2017). México en PISA 2015. México: autor.
MARTINIC, Sergio (2015). El tiempo y el aprendizaje escolar. La
experiencia de la extensión de la jornada escolar en Chile. En: Revista
Brasileira de Educaçao vol. 20, num. 61. Disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-24782015000200479&lng=es&tlng=es#fn04
OCDE (2016). Panorama de la Educación 2016. Indicadores de la OCDE. Madrid:
Santillana.
SILVEYRA, Marcela (2018). ¿Qué impacto tiene el Programa Escuelas de
Tiempo Completo en los estudiantes de educación básica? Evaluación del programa
en México 2007-2016. Washington: Grupo Banco Mundial.
Muy interesante. Importante para los padres de familia saberlo.
ResponderEliminarSi los padres en CDMX tuvieran tantita consciencia, jamás inscribirían a sus hijos a esas escuelas. Y no porque fueran en sí mismas malas o por los maestros,simplemente porque ninguna escuela sustituye un hogar y una familia, porque no tienen oportunidad de descanso, porque lo único que toca es trabajo y más trabajo. Los niños tienen media hora para comer y asearse sus dientes! Media hora! En cualquier trabajo de tiempo completo, te dan una hora completa. Y si tras la comida les da sueño, ni modo. Y si les toca Educación Física , ni modo! A correr y a moverse con la panza llena. Y el nivel de desgaste y de estrés que lleva el profesor frente a grupo, de verdad no tienen una idea! Saben qué era lo más triste? Que si su excusa es: es para familias donde ambos padres trabajan o son monoparentales, es mentira! Hay madres que llegan en la mañana en chanclas y mallones y con las mismas chanclas llegan a recogerlos a las 4. Los comedores siempre son un problema. La mayoría están concesionados y si los niños comen, genial! Si no comen por la razón que sea, ni modo! Ellos cumplen con servir.
ResponderEliminarQue cómo lo sé? Porque trabajé en ese tipo de escuela durante seis años. Saben cuál es el comentario que más recuerdo cuando se acercaba el fin de año escolar? El de los alumnos que salían de sexto y decían: El año que entra por fin seremos libres! (En secundaria el turno es de seis horas y el extendido matutino, termina a las tres PM... Una hora antes que el de primaria y preescolar)
Influyen el entorno, la correcta y pertinente aplicación de los recursos, el compromiso de docentes y padres de familia, el profesionalismo de docentes y autoridades, cuando todo ello converge de forma positiva impacta en una mejora de los aprendizajes. Pero si habría que evaluar la pertinencia en los tiempos en que llegan los recursos, que haya una verdadera autonomía de gobierno en la gestión de los recursos, que no sea estandarizado lo que se puede comprar, las necesidades son diferentes de una escuela a otra, aún en el mismo municipio. Que el estímulo a los docentes se de en tiempo y forma pero sobre todo que no se vea a tiempo completo como la solución a los problemas cuando el programa no tiene un esquema preciso y claro de los objetivos por lo menos con continuidad y como proyecto a largo plazo. No es lo mismo hablar desde la lectura de unos documentos o de alumnos que no les gustan las actividades que se han diseñado, se tiene que vivir el día a día de cada institución y aún así no se podría dar un punto de vista concluyente. Este es mi sentir después de trabajar todos los años desde el inicio del programa y compartir con mis compañeros de zona las experiencias en el programa de ETC.
ResponderEliminarEs desafortunado decir que los padres de familia ven a las ETC como una guardería gratuita, pero no se dan cuenta que están perdiendo momentos valiosos en el crecimiento y desarrollo de los infantes. Estás haciendo que se pierdan normas, reglas y límites que se deberían aprender en casa y solo reforzar en la escuela.
ResponderEliminarSe menciona que el PETC se dio para poder ajustar el tiempo escolar con las "NUEVAS ASIGNATURAS" las cuales tendrían que ser dadas por docentes especializados (INGLÉS, ARTES, TECNOLOGÍAS) mismas asignaturas y docentes que por arte de "MAGIA" desaparecieron pero siguen estando el los programas escolares en este ciclo escolar.
ResponderEliminarEl gobierno de HENRY MOSTER NIETO fue quitando docentes especiales, se dejó de pagar la "COMPENSACIÓN" acordada a los docentes 1900 pesos quincenales Jornada ampliada y 2000 pesos tiempo completo, desde hace varios años les aplican el descuento a la compensación del ISR mismo que es ILEGAL ya que este pago se maneja como "COMPENSACIÓN" y no como parte del sueldo de los maestros, además si esa compensación es motivo de descuento del ISR por qué razón no se ve reflejada en el pago de AGUINALDOS, PRIMAS VACACIONALES Y demás conceptos de pago de los profesores.
Lo peor no es todo eso, sino que LOS LÍDERES DE LOS SINDICATOS DE MAESTROS no han hecho NADA y están A LAS ORDENES DEL "PATRÓN" (SECOLIMA) y del mismo GOBIERNO ya que de ponerse encontra estarían diciendo ADIOS A SU "PREMIO" QUE ES YA TRADICIÓN EN EL SNTE Y LA MAYORÍA DE LOS LÍDERES QUE HA TENIDO la tan esperada y mal ganada "DIPUTACIÓN PLURINOMINAL" que es el ICONO DE VERGÜENZA Y FALTA DE VALORES ya que al único que representan es a los INTERÉS DEL GOBIERNO EN TURNO Y NO AL PUEBLO DE COLIMA QUE NO LOS ELIGIERON COMO REPRESENTANTES, EN POCAS PALABRAS SON Y SERÁN LOS TÍTERES DEL GOBIERNO EN TURNO.
UN verdadero profesor no permite eso. Un verdadero profesor tiene valores y se da a respetar.
Piensen en eso.
Es útil el programa, para el desarrollo de aprendizajes, solo que los padres de familia si lo ven como una guardería, los docentes solo ven la remuneración extra.
ResponderEliminarTriste realidad de tan buen proyecto.
¿Quieres estudiar enfermería y aun no sabes donde? Monterrey, tiene varios planteles educativos enfocados a la especialización de la enfermería y por lo tanto. tienes que considerarlo como una opción educativa para ti, puedes visitar escuelas de enfermería en monterrey.
ResponderEliminarDe igual manera el estado de Puebla igual se ha destacado como uno de los mejores lugares para estudiar medicina y si estas buscando escuelas de medicina en puebla, solo por citar algunas, se encuentra:Benemérita Universidad Autónoma de Puebla BUAP, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla UPAEP y la Universidad De Las Américas Puebla UDLAP.
Que han sido consideradas como las mejores escuelas del lugar.