Rogelio Javier Alonso Ruiz*
El
pasado 12 de mayo fue publicado en el sitio web de la Secretaría de Educación
Pública (SEP) el Boletín 124 “Aprueban maestras y maestros los medios para
desarrollar el programa Aprende en Casa”. En este comunicado se da cuenta de
los resultados del Sondeo al Magisterio,
Aprende en Casa, efectuado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE). La consulta, realizada a 302,270 docentes de educación
básica, media superior y superior, aborda sobre todo temas que tienen relación
con la disponibilidad de tecnologías para la comunicación. Por
cierto, no es posible identificar en el escrito la nota técnica del estudio. Como lo dice el
título del comunicado, la conclusión principal a la que se llega es la “fuerte
aprobación” de los docentes al programa de educación a distancia emitido por la
autoridad federal. Resalta, a primera vista, lo contrastante de esta
aseveración con la opinión de numerosos docentes y especialistas educativos.
Algunos
de los resultados que se muestran en el comunicado son debatibles: por ejemplo,
se menciona que ocho de cada 10 docentes ha podido establecer contacto con 90%
o más de su alumnado. A reserva de conocer el contexto en el que laboran los
profesores consultados, la cifra se antoja exagerada considerando la realidad
del país, sobre todo en las zonas más pobres de éste. Asimismo, se destaca en
los resultados que, de acuerdo a la percepción de los maestros, “los medios
para la difusión e implementación del programa son buenos o muy buenos, y en
algunos casos, excelentes”. En suma, el estudio revela que la comunicación con
los estudiantes es prácticamente universal y los medios empleados son de la
mayor pertinencia. El programa federal de educación a distancia, de acuerdo con
la consulta del SNTE y desafiando la realidad que miles de maestros expresan,
ha resultado exitoso.
Así
como la contingencia sanitaria ha sido motivo para cuestionar y reflexionar
sobre las condiciones de las escuelas o las prácticas pedagógicas, hay mucho
qué preguntar también acerca de los derechos y las condiciones de trabajo de
los docentes. Sería un acierto del SNTE enfocarse en estos últimos temas y
dejar los ya abordados para otras instituciones como, por ejemplo, la Comisión
Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU). En ese afán de
evitar la polémica con el patrón, el sindicato decide soslayar los asuntos
medulares de su tarea: los intereses económicos, profesionales y sociales de
sus agremiados. Evidentemente, la salud es un tema trascendental: ¿por qué no
cuestionar si en esta pandemia los maestros y sus familias se sienten
protegidos con las instituciones de salud a las que están afiliados? ¿Por qué
no preguntar sobre la percepción de los profesores acerca de la disponibilidad
de medicamentos? ¿Por qué no dar voz a la valoración de los docentes en torno a
los filtros que ha propuesto la autoridad educativa federal para reabrir las
escuelas?
El
sondeo realizado por el sindicato tampoco aborda un asunto laboral que ha
cobrado relevancia en esta época: la duración de la jornada de trabajo de los
maestros. El cierre de escuelas ha traído como consecuencia la ampliación de
los tiempos laborales de los profesores: ¿por qué no preguntar a los docentes
su percepción sobre esto? ¿Por qué no consultar acerca de los horarios de comunicación
de las autoridades con los profesores? ¿Por qué el SNTE no se enfoca en tratar
de identificar posibles tendencias de abuso laboral hacia sus agremiados? ¿Por
qué no pregunta sobre aquellos intendentes que “por invitación o voluntad
propia” y, bajo los consecuentes riesgos, tienen que seguir asistiendo a las
escuelas pese a que la orden de confinamiento ha sido tajante para todos?
¿Por
qué el SNTE no pregunta a sus agremiados con qué recursos se están costeando
los dispositivos y los servicios necesarios para echar a andar la educación a
distancia? ¿Por qué no cuestiona sobre las condiciones de las escuelas:
disponibilidad de agua, insumos para el cuidado de la salud o hacinamiento en
las aulas, por ejemplo? ¿Por qué no les pregunta sobre la fecha de regreso a
clases propuesta por el Secretario de Educación? Esperemos, si es que la habrá,
una segunda parte de este sondeo, en la que se atiendan los temas que
prioritariamente tienen que estar en el radar del sindicato: los derechos y las
condiciones de trabajo de los maestros.
Hace
mal la Secretaría de Educación al dar eco al sondeo de un sindicato que en
diversos capítulos de los años recientes ha demostrado no ser portavoz de sus
representados: reforma al ISSSTE, Reforma Educativa, elecciones presidenciales,
modificaciones a los sistemas de pensiones estatales, aumentos salariales, etc.
Con tal de validar un programa de enseñanza
a distancia que ha sido fuertemente criticado por múltiples especialistas, la
SEP se cobija en la organización sindical que ha tenido el descaro de
autodenominarse el “ejército intelectual” del gobierno. Expresa el dicho: "a buen árbol se arrima".
Esta
encuesta, más allá de los cuestionables resultados que reporta, deja dos
conclusiones claras. La primera, confirma el distanciamiento del sindicato de
las preocupaciones laborales centrales de sus agremiados: no podría esperarse más
cuando hay quienes dentro de esa organización llevan años, o incluso décadas,
comisionados sin poner un pie en las aulas. Mediante acciones de este tipo el SNTE evade temas espinosos
para la autoridad educativa, confirmando su naturaleza acomodaticia. La segunda
conclusión tiene que ver con una aparente desesperación por validar las acciones
gubernamentales ante el cierre de escuelas: ¿por qué no organizar foros de
consulta como cuando se buscaba consensar acerca de las modificaciones
constitucionales educativas? ¿por qué no dar cabida a la voz de los múltiples
especialistas educativos que con fundamentos han criticado la estrategia del
gobierno? ¿por qué no echar mano del instituto que debería ser la conciencia
crítica del sistema educativo (MEJOREDU) para analizar lo que está pasando en
la actualidad? ¿por qué tener que recurrir a una consulta (técnicamente cuestionable,
por cierto) del SNTE, que a todo dice sí al gobierno, para mostrarla como
medalla? Habría que decirle a la SEP, si es que no lo sabe, que esa medalla es
de chocolate.
*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter: @proferoger85
Facebook: El Profe Rogelio
REFERENCIAS
SEP (2020). Boletín 124. Aprueban
maestras y maestros los medios para desarrollar el programa Aprende en Casa.
Disponible en: https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-124-aprueban-maestras-y-maestros-los-medios-para-desarrollar-el-programa-aprende-en-casa?idiom=es
Informémonos.
ResponderEliminarCómo maestra me gustaría escuchar a nuestro dirigente nacional o por lo menos estatal dar la postura del sindicato respecto al regreso a clases, qué pasará con los maestros,cambien estamos en riesgo.
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