
En nuestro país, uno de los
grupos más desfavorecidos son los indígenas. Desafortunadamente, en México se les
asocia, de manera casi automática, con pobreza y discriminación. El Censo de
Población y Vivienda 2010, reveló algunas injusticias que sufre la población
que habla lengua indígena. En materia laboral, de la población económicamente
activa, más del 40% se ocupa en el sector primario, es decir, en el de menor
remuneración; 69% recibe menos de dos salarios mínimos por su trabajo (incluso
30% no recibe salario); sólo el 1.8% percibe una jubilación. En cuanto a
educación, el 8.9% de los indígenas de 15 a 24 años son analfabetas, por sólo
1.3% de los no indígenas. Por último, en relación a salud, el 42.9% de quienes
hablan una lengua indígena no tienen derecho a servicios médicos.
Así pues, es evidente que los
indígenas son quienes más necesitan de la educación para superar sus precarias
condiciones de vida. Si la equidad fuera un principio rector de nuestro
sistema, las escuelas indígenas tendrían que ofrecer un mejor servicio que las escuelas generales.
El propio INEE (2014), ha puesto a la luz rasgos de la escuela mexicana que
confirman su naturaleza discriminatoria. Por ejemplo, en cada escuela primaria
pública indígena hay, en promedio, 3.5 docentes, es decir, a cada uno le corresponde
atender dos grados; en cambio, en las primarias públicas generales, el promedio
es de 6.7 profesores. No obstante que la cantidad de maestros tiene que ver con
la matrícula escolar, lo cierto es que los alumnos indígenas no tienen la
posibilidad de contar con un maestro especialmente para el grado que cursan;
asimismo, los profesores de estos planteles enfrentan mayores dificultades
pedagógicas al tener que atender simultáneamente a dos o más grados. En suma,
una injusticia para los alumnos indígenas.
En cuanto al equipamiento de las
escuelas, el 15.8% de las primarias indígenas tienen acceso a una computadora
para fines educativos, mientras que la media nacional se sitúa en 39.6%; en el
acceso a internet, sólo el 8.3% de las escuelas indígenas cuentan con acceso a
internet, por 37% de los planteles del país. Las
privaciones de las escuelas indígenas llegan a situaciones increíbles: la mitad
de las primarias no cuenta con drenajes, uno de cada cuatro preescolares carece
de sanitarios y, además, también una cuarta parte tiene un techo en condiciones
precarias. Si algún indígena logra la hazaña de llegar a Educación Media
Superior, se encontrará con que es casi imposible encontrar a un docente de
este nivel que hable su lengua (0.6%). En un sistema educativo que debería
estar regido por la equidad, es decir, darle más a los que menos tienen, es
inadmisible que los planteles escolares indígenas sean los que encabezan las
carencias en infraestructura, afectando así a la calidad del servicio que
ofrecen precisamente a quienes más necesitan de éste.
No es casualidad entonces que
Oaxaca y Chiapas, las entidades con mayor número de indígenas, sean también las
que tienen mayor número de analfabetas en el país. No es fortuito tampoco que el
índice de abandono escolar durante el tránsito educativo ideal de las escuelas
primarias indígenas (9.9%) sea el doble que el de las escuelas primarias
generales. Tampoco es coincidencia que de
cada 100 alumnos, haya cinco más en educación indígena que en educación general
en edad no ideal. Está claro: los indígenas asisten a una escuela que
representa un obstáculo para su superación.
Por
el bien de los indígenas y muchos otros mexicanos desfavorecidos, el sistema
educativo debe ser reorientado en busca de la equidad. Las escuelas indígenas deben
funcionar promoviendo la reducción de las brechas sociales entre los mexicanos
y no perpetuándolas. Para eso, son necesarias muchas acciones para convertir a
estas escuelas en verdaderos centros de superación: capacitación docente,
mejoras en infraestructura y aumento de la planta docente de cada escuela, por
mencionar algunas. No debemos olvidar también la importancia del mejoramiento
de las condiciones socioeconómicas, pues de ellas depende en gran parte el
éxito educativo de un alumno.
INEE. Panorama Educativo
de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. 2014. Educación Básica y
Media Superior. México: INEE, 2015.
INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Disponible en
www.censo2010.org.mx
GIL ANTÓN, Manuel. "La Reforma Educativa y la Educación
que México necesita" (Conferencia). Sonora, 2016. Twitter: @proferoger85
Qué entiende por escuelas como " verdaderos centros de superación"?
ResponderEliminar