Rogelio Javier Alonso Ruiz*
Que nuestras escuelas sean las mejores del país. Que nadie se quede sin asistir a ellas. Que haya inscripciones más baratas. Que se respete la autonomía universitaria. Que los estudiantes puedan hacerse de una computadora. Que se garanticen los derechos de los maestros. Esas fueron algunas de las propuestas en el plano educativo que se escucharon durante el debate entre los aspirantes a la gubernatura de Colima, organizado por el Instituto Electoral del Estado de Colima y nuestra máxima casa de estudios, el pasado 17 de mayo.
Obviamente, no se esperaría que en los
pocos minutos con los que contó cada participante comunicara detalladamente su
propuesta educativa, máxime cuando había muchos temas por abordar y cuando los
mismos cuestionamientos eran demasiado amplios. Pero tampoco se esperaría que,
precisamente por la escasez de tiempo, esos minutos fueran desperdiciados y no
se ofrecieran al menos esbozos de propuestas bien pensadas, originales, viables
y debidamente respaldadas en diagnósticos sobre la realidad educativa.
La mayoría de los candidatos (Morán,
Mendoza, Vizcaíno y Romero) reconoció las afectaciones a los pagos y derechos
laborales de los maestros, sobre todo de aquellos dependientes del gobierno
estatal y de la Universidad de Colima. Sin expresar cómo, los participantes en
el debate se dijeron dispuestos a resolver el conflicto. Además del saneamiento
financiero, el tema pasaba evidentemente por fincar responsabilidades a quienes
se demuestre hayan contribuido a desfalcar al magisterio, pero no se escuchó un
compromiso al respecto, quedando más como una promesa para atraer votos que un
deseo por hacer justicia.
Daría la impresión que los
planteamientos realizados por algunos candidatos no parten de diagnósticos precisos.
Por ejemplo, Vizcaíno prometió impulsar la oferta en educación superior,
mientras que Romero ofreció becas para los alumnos desde primaria hasta
licenciatura, al igual que Bañuelos a los que se sitúan en condiciones de
vulnerabilidad. No se niega la importancia ni de las becas ni de fortalecer la
cobertura universitaria, pero llama la atención que haya quedado fuera del tema
del impulso a la asistencia y cobertura escolar, el nivel educativo en que
Colima se encuentra dentro de las cuatro peores entidades del país: preescolar.
Es de resaltar que tres de los
candidatos (Morán, Romero y Vizcaíno) hayan propuesto facilidades para que los
estudiantes se hagan de una computadora. Sin embargo, es más llamativo aún que
Romero haya sugerido que la adquisición del equipo de cómputo esté vinculada
con la permanencia escolar: pareciera una alternativa poco efectiva para
resolver el grave problema de abandono escolar que se da sobre todo a partir de
la educación media superior. Existen antecedentes de programas que dotaron de equipos
de cómputo a los estudiantes (uno de ellos durante el sexenio del ex presidente
Peña Nieto, de quien Romero fue colaboradora), por lo que sería necesario
revisar sus efectos en la reducción del abandono.
En el plano pedagógico poco se dijo.
La propuesta en la que Vizcaíno enfatizó en dos ocasiones, sobre un nuevo
modelo educativo que aborde la formación en valores cívicos, medio ambiente y
salud, pareciera derivarse de lo que ya se dibuja a través del gobierno federal
como la Nueva Escuela Mexicana. Valdría la pena considerar una valoración sobre
la propuesta curricular actual y, en su caso, advertir sobre las debilidades en
las áreas que se piensan reforzar.
Muchos temas ni siquiera fueron
mencionados. Nada se dijo, por ejemplo, de uno de los retos más apremiantes,
como lo es la reapertura de las escuelas: algún plan general para recuperar los
aprendizajes o para proporcionar equipamiento sanitario. Tampoco se mencionó a
la Escuela Normal que tiene más de una década sin procesos de homologación
entre el personal docente, ni asuntos también importantes de otras
instituciones formadoras de docentes. La reducción de los niveles de
reprobación en secundaria tampoco fue tema de conversación. Sobre la capacitación
docente, sólo hubo algunos destellos (Cruz).
Se insiste pues, en descarga de los
candidatos, que la falta de profundidad en las propuestas educativas esté
asociada al mismo formato del debate, que abarcó muchas aristas de la vida
pública colimense. Afortunadamente, en evento organizado por la Universidad Multitécnica Profesional el 19 de mayo de 2021, los candidatos tendrán la
posibilidad de detallar su propuesta educativa y de disipar las dudas de
algunos de los planteamientos ya comunicados. Por el bien de Colima, ojalá el
tema educativo sea tomado con la seriedad que merece. Que haya buenos qué, pero mejores cómo. Que en este
nuevo evento la altura de la argumentación sea augurio de mejores tiempos para
la escuela colimense.
*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria
y Maestro en Pedagogía.
Twitter: @proferoger85
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