Tendencias en indicadores educativos de Colima: 2000-2020.

Rogelio Javier Alonso Ruiz*


Indicadores como cobertura, abandono, eficiencia terminal, reprobación y absorción pueden ayudar a entender el comportamiento del sistema educativo colimense a lo largo de plazos considerables. Si bien las cifras requieren contextualización, pueden ser referentes para la detección de problemas a atender, así como de aciertos a mantener. La revisión de la estadística educativa colimense, desde el ciclo escolar 2000-2001, hasta el 2020-2021, permite detectar desafíos para el futuro, así como logros que deben ser protegidos y maximizados.

En la estadística educativa colimense de las dos últimas décadas las tendencias más preocupantes se sitúan, principalmente, en los niveles preescolar y primaria. Se pueden mencionar al menos tres

Cobertura en preescolar y primaria. La cobertura en educación preescolar se ha contraído en la última década. Si bien se dio un aumento prácticamente sostenido del ciclo escolar 2000-2001 al 2008-2009, pasando de 54% a 71%, a partir de entonces el descenso ha situado a Colima, ya en el ciclo escolar 2020-2021, prácticamente a los mismos niveles que hace veinte años.  En dos de los cinco ciclos escolares más recientes, la entidad ha tenido la peor cobertura a nivel nacional. En educación primaria, tal indicador ha disminuido en los últimos años: el ciclo escolar 2016-2017 fue el último en el que Colima presentó una cobertura igual o mayor a 100%. A partir de ese momento, el camino hacia el sótano fue sostenido: actualmente se registra la peor marca nacional.   

Reprobación en primaria. Se trata de un problema añejo para la entidad. Desde el ciclo escolar 2011-2012, sólo en una ocasión el nivel de reprobación colimense ha sido menor al nacional, pero es nuevamente a partir del ciclo escolar 2016-2017 que el problema se ha agudizado: en cuatro de cinco ciclos escolares los índices de reprobación fueron de al menos el doble que los del país. 

Abandono escolar en primaria y secundaria. Después de que Colima logró en el ciclo escolar 2007-2008 los menores porcentajes de abandono escolar, en primaria y secundaria, a escala nacional, a partir de entonces los niveles en este indicador comenzaron a crecer casi de manera sostenida. En los últimos cinco ciclos escolares, el abandono en estos niveles educativos ha sido igual o mayor al promedio nacional. En los tres periodos escolares más recientes, Colima ha duplicado el abandono en primaria, con respecto al promedio nacional.   

La revisión de las cifras educativas también permite detectar mejoras, algunas de ellas sostenidas durante varios años. Los números favorables se sitúan, sobre todo, a partir de la educación media superior. Pueden señalarse al menos tres tendencias positivas:

Absorción en secundaria y media superior. La absorción se entiende como la proporción de estudiantes matriculados al grado inicial de un nivel educativo, con respecto al número de egresados del nivel anterior. A partir del ciclo escolar 2009-2010, la absorción en educación media superior ha sido por encima del 100%, lográndose que en apenas dos de los últimos 12 periodos escolares Colima haya abandonado los diez primeros sitios a nivel nacional. En educación secundaria el panorama todavía es mejor: la absorción, durante las dos décadas revisadas, ha sido siempre superior al promedio nacional. El hecho de que los niveles de absorción sean superiores al 100% es motivado por la matriculación de población foránea o incluso por estudiantado que decide reactivar su trayectoria en una generación ajena a la que le correspondía al iniciar sus estudios. Pese a eso, las cifras podrían ser indicio de que en Colima la trayectoria no se ve interrumpida al pasar de primaria a secundaria y a bachillerato.

Reprobación en media superior. En este nivel, en 19 de los 21 ciclos escolares analizados, Colima se situó dentro de las 10 entidades con menores niveles de reprobación e incluso en dos de los últimos cinco, la entidad presentó el menor índice en todo el país. Durante dos décadas, Colima nunca ha tenido niveles de reprobación superiores a los del promedio nacional. Los logros anteriores acarrean cifras favorables también en indicadores como eficiencia terminal.

Cobertura en educación media superior. Es digno de mención el hecho de que la cobertura para alumnos de 15 a 17 años tenga un crecimiento pocas veces interrumpido durante dos décadas: pasó de 49.5% en 2000-2001 a 81.9% en 2019-2020. Las cifras favorables no impiden preocuparse por el hecho de que, para el ciclo escolar 2020-2021, como posible consecuencia de la pandemia, los niveles de cobertura hayan retrocedido.  

Como se ha visto, el balance de la estadística educativa colimense presenta saldos favorables y desfavorables. Los últimos veinte años han marcado el fortalecimiento de indicadores, sobre todo en educación media superior, la cual no sólo ha incrementado su capacidad de captación, sino también ha mantenido, por dos décadas, buenos niveles de aprobación por parte del estudiantado. En cambio, son preocupantes las tendencias que se observan en educación primaria, pues dan cuenta de problemas de cobertura, reprobación y abandono. Es alarmante el retroceso tan marcado que se ha tenido en la cobertura educativa para los alumnos de tres a cinco años de edad.

 

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

 

REFERENCIAS:

Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa. (2021). Reporte de indicadores educativos. Disponible en: https://www.planeacion.sep.gob.mx/indicadorespronosticos.aspx

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