Rogelio
Javier Alonso Ruiz*
Los documentos de trabajo que, con
motivo de la discusión pública de la propuesta de marco curricular, se han
difundido, siembran dudas en cuanto al propósito de generar un currículo más
ligero. Por una parte, como ya se ha dicho, en los planteamientos
introductorios se critica la pesadez curricular, pero, en cambio, en los
programas del campo formativo “Saberes, tecnología y ambiente” de educación
primaria, referentes a lo que hasta el plan actual se ha denominado Ciencias
Naturales, no se observa una reducción significativa de la carga de contenidos
y aprendizajes.
Al revisar la propuesta de lo que
sería el nuevo marco curricular, se observa que la gran mayoría de los
aprendizajes esperados de la asignatura mencionada marcados en el plan de
estudios vigente (SEP, 2017, pp. 374-377) permanecen bajo diversas
circunstancias en el bosquejo curricular: unos pocos cambian de grado, mientras
que otros se reconocen implícitamente o, en cambio, continúan hasta con palabras
muy similares. De esta manera, de los aprendizajes esperados actuales, en
tercer grado permanecerían al menos 12 de 13, en cuarto 10 de 12, en quinto 12
de 12 y en sexto 11 de 13. Se mantienen entonces, cuando menos, 90% (45 de 50)
de los aprendizajes de Ciencias Naturales en educación primaria. Los números anteriores, si bien derivados de
un análisis limitado que sólo contempla una asignatura de un nivel de estudios,
pudieran ser indicio de un avance insuficiente en el adelgazamiento curricular,
pese a la crítica ya referida.
La permanencia de la mayoría de
aprendizajes no debería ser un problema si se dispusiera de mayor tiempo para
su tratamiento, pero no es así. El campo formativo “Saberes, tecnología y ambiente”,
en el que se pudieran enmarcar Ciencias Naturales, junto con Matemáticas, tendría
una reducción del 10.7% del tiempo escolar que se le destina, si consideramos
que a partir de la implementación del nuevo currículo se le otorgara el tiempo
máximo permitido (250 horas anuales). Así pues, los aprendizajes esperados se
reducen en 10%, pero el tiempo disponible lo hace prácticamente en la misma
proporción. ¿Dónde queda la ganancia? ¿Son estériles las críticas que en las
primeras páginas del bosquejo se lanzan a los que en el pasado socrecargaron el
currículo?
Es necesario también considerar que el
adelgazamiento curricular no pasa sólo por elementos cuantitativos, sino
también cualitativos. Por una parte, se debe considerar que el abordaje
interdisciplinar en el que enfatiza el bosquejo curricular podría suponer una mejor
manera de asimilar los contenidos. Además, la libertad que el proyecto
curricular daría a los maestros para “resignificar y replantear los contenidos
de los programas de estudios y de los materiales educativos” (SEP, 2022, p.
65), podría redundar en una disminución, ya en el aula, de los contenidos. Sin
embargo, la importancia de los dos factores anteriores no minimiza la necesidad
de la reducción de contenidos.
Como se ha dicho, es sin duda
pertinente una revisión más amplia y profunda de los programas de estudio,
considerando no sólo la totalidad de grados, sino también los próximos materiales
de trabajo de los alumnos. Lo anterior podría reforzar, modificar o incluso
corregir la perspectiva presentada en este escrito. Las asambleas de consulta
que se están efectuando a lo largo de todo el país, en aras de posicionarse
como ejercicios auténticos de debate público, deberían abordar asuntos
medulares como el expuesto, abriendo las posibilidades de generar un marco
curricular más ligero que inhiba al consumo mecánico de contenidos.
*Rogelio
Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc.
Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto
Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación
Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter:
@proferoger85
REFERENCIAS
DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). Marco curricular y
plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana. México: autor.
DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). Educación Primaria.
Programas de estudio de los campos formativos: Contenidos, diálogos,
progresiones de aprendizaje, orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación.
Fase 3: 1° y 2° grados. Programa analítico (borrador). México: autor.
DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). Educación Primaria.
Programas de estudio de los campos formativos: Contenidos, diálogos,
progresiones de aprendizaje, orientaciones didácticas y sugerencias de
evaluación. Fase 4: 3° y 4° grados. Programa analítico (borrador). México:
autor.
DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO
CURRICULAR. (2022). Educación Primaria.
Programas de estudio de los campos formativos: Contenidos, diálogos,
progresiones de aprendizaje, orientaciones didácticas y sugerencias de
evaluación. Fase 5: 5° y 6° grados. Programa analítico (borrador). México:
autor.
GIL ANTÓN, MANUEL. (2019). La escuela exhausta. Disponible en: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-exhausta/
(Consultado el 01 de junio de 2020).
SEP (2017). Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de
estudio para la educación básica. México: autor.
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