En Colima, el primer hecho de
gran calado en materia educativa del gobernador Peralta ha sido el envío al
Congreso Local de una iniciativa de reforma mediante la cual, después de su
aprobación por los legisladores (aunque supuestamente aprobaron una iniciativa
"diferente"), se derogó el impuesto a la prestación del servicio de
enseñanza que pagan las instituciones educativas particulares. Según palabras del mandatario, esta acción busca, supuestamente, mejorar
la calidad de la enseñanza y ampliar la oferta educativa (de planteles
privados, obviamente). Los propósitos de esta medida son sumamente debatibles
desde dos perspectivas: la inequidad que promueve el Sistema Educativo Mexicano
y la imposición de una Reforma Educativa que da indicios cada vez más claros de
buscar la privatización de la educación.
El primer aspecto desde el cual
se podría refutar la medida tomada por Peralta es el referente a la equidad que
debe promover la educación mexicana. De acuerdo al documento "Panorama
Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional", publicado
por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), de las 228,205 escuelas de Educación Básica
en el país, el 87.6% son públicas y sólo el 12.4% son privadas. El organismo
referido reconoce que los planteles públicos enfrentan más dificultades que los
privados para brindar un servicio educativo adecuado. Por ejemplo, en cuanto a
matrícula, los primeros tienen un promedio de 177 alumnos, por sólo 88 de los
segundos. Referente a infraestructura, un elemento representativo es el
equipamiento de computadoras: la mayoría de las escuelas privadas (85%) tiene
al menos una computadora, mientras que sólo poco más de un tercio (35.3%) de
los planteles públicos dispone de una.
El 46.9% de las escuelas públicas
en el país son multigrado, es decir, un maestro atiende simultáneamente a varios
grados, con las dificultades pedagógicas que esto acarrea; en cambio, sólo el
14.8% de las escuelas privadas son de este tipo. Las consecuencias de
situaciones como las señaladas, que desnudan lo injusto del sistema educativo
mexicano y su vocación por preservar las diferencias sociales, se ven
reflejadas en las tasas de aprobación: por cada 1,000 estudiantes, cinco niños más en primarias privadas y 50 alumnos más en secundarias privadas
aprueban con respecto a los que asisten a
escuelas públicas. Así pues, estadísticas como las anteriores son
suficientes para advertir que quienes forman parte de centros escolares
públicos están en mayor riesgo de reprobación, abandono y deserción, así como
de asistir a escuelas inadecuadas para el desarrollo de la tarea educativa. No
es entonces congruente, ni mucho menos lógico, promover medidas que favorezcan
a las escuelas privadas cuando a todas luces las públicas requieren más apoyo.
El segundo ángulo desde el cual
se puede objetar la propuesta de Ignacio Peralta tiene que ver con la
implementación de una Reforma Educativa que demuestra, cada vez con mayor
fuerza, su afán privatizador, una reforma que, por cierto, fue concebida por la
cúpula política a la que es allegado el gobernador colimense. ¿Encaja la
propuesta de Peralta con los propósitos de la Reforma Educativa? Perfectamente,
como cuchillo en mantequilla. Notables académicos de diferentes instituciones
coinciden en señalar que las modificaciones a los artículos 3° y 73
constitucionales y las leyes secundarias derivadas de estos cambios tienen un
fin perverso: hacer de la docencia un empleo de segunda. Es bien sabido que en la gran mayoría de las
escuelas particulares de educación básica las condiciones laborales son
inferiores a las que prevalecen en los planteles públicos. Entonces se están
matando tres pájaros de un tiro: dejar que la iniciativa privada comparta en
mayor medida la responsabilidad educativa del Estado, evitar la creación de plazas
docentes dignas y promover la precarización de las condiciones laborales del
magisterio.
Sería pertinente que el
gobernador y los legisladores dieran respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué
se le exigirá a los colegios a cambio de la eliminación de este impuesto? ¿Se
les obligará a reducir los costos de las colegiaturas para que más personas
puedan acceder a sus servicios? ¿Habrá un tope razonable en las cuotas acorde a
la economía de las familias promedio colimenses y no sólo de las mejor
acomodadas? ¿Tendrá esta iniciativa repercusión favorable en las condiciones
laborales de los maestros que se desempeñan en estos centros escolares? ¿En qué
se sustenta para sugerir que la proliferación de escuelas privadas impacta benéficamente
en los resultados educativos, como señala la justificación de su propuesta?
¿Están las arcas estatales en condiciones como para perdonarles impuestos a los que más tienen?
Iniciativas como las del
gobernador de Colima acentúan la de por sí marcada inequidad del Sistema
Educativo Mexicano pues desafortunadamente en nuestro país, a diferencia de
aquellos que tienen mejores resultados educativos, la existencia de
instituciones privadas es un factor que aumenta la cada vez más larga brecha entre clases sociales.
Si se habla de prioridades,
indudablemente las escuelas públicas están por delante de las privadas. Sólo
alguien que no conoce, en lo más mínimo, la realidad de la educación mexicana
y/o busca que este derecho fundamental se convierta en un gran negocio, justificaría la propuesta enviada al Congreso
por el mandatario colimense y aprobada por los legisladores.
Twitter: @proferoger85
"¿En qué se sustenta para sugerir que la proliferación de escuelas privadas impacta benéficamente en los resultados educativos, como señala la justificación de su propuesta?"
ResponderEliminarProfe, me parece que dedicó 2 párrafos enteros a proveer datos duros que dan respuesta a esta pregunta.
En efecto, mejores resultados PARA LOS QUE TIENEN DINERO para pagar ese servicio. Sostengo que de ningún modo la proliferación de escuelas privadas hará aumentar los resultados educativos de TODOS, y no sólo de quienes pueden pagar su educación. No olvide, nuevamente, que los resultados favorables de las escuelas privadas se deben en gran parte al contexto favorable del alumno.
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